GRACIAS POR LOS RECUERDOS / Capítulo Cuatro: El tío Charlie. Kissinger. Hope y su pequeña marioneta

Mi hermana gemela interior, Sharon Weatherby

Fui exhibida en muchos círculos como una niña, como Sharon Weatherby, y sentado al margen viéndome estaba mi tío Charlie. Él me decía que siempre estaría allí, lloviera o hiciera sol.
El tío Charlie siempre estaba en casa de Maude, la tía de mi padre, cuando íbamos a visitarla, sólo íbamos mi padre y yo. Él nos esperaba en el pequeño sofá con colchas de encaje, la cortina transparente trasera que tenía un lagarto camaleón verde que yo pensé que era real hasta que me hice mayor. Todos ataviados con un traje color canela, zapatos Dapper Dan y un clavel en la solapa, el tío Charlie sonreía, me daba la mano y me guiñaba el ojo. Si llevaba gafas, se las sacaba para asegurarse de que yo veía el guiño que era mi señal para mantener el secreto. Antes me había dicho que esto podría dañar los sentimientos de mi padre en caso de saber que no era realmente mi padre, así que yo nunca lo mencionaba. "Si no", dijo, "es probable que esto le rompiera el corazón". Estoy segura de que no quería dañar más a mi padre ya que tenía una lesión en el cuello, una hernia discal y unos padres que habían abusado de él y no le querían. Y él me quería tanto, excepto cuando tenía que hacerme daño. El tío Charlie dijo: "Desafortunadamente, él debe hacer esto para hacerte fuerte algún día". Así que cuando encontré a mi tío Charlie con mi padre por primera vez, nunca revelé que lo conocía. Más tarde, Charlie dijo: "Señorita, esta es la mejor actuación que he visto nunca. Estás contratada!"
Bueno, se me "contrató" a una edad muy joven, pero nunca se me pagó un centavo. Y el tío Charlie era mi representante, me llevó a conocer primero a Bob y, poco después, a Henry. Sharon de hecho estaba programada para ser precoz y un día dijo el siguiente repertorio en broma a Henry y luego en las audiencias a las que Bob y Henry me enviaban:
Eran el tipo de bromas con las que Bob Hope me programaba para espectáculos donde me demostraban ante otros que tenían " intereses " similares del control mental. La primera vez que se lo recité a Henry para ver qué le parecía, levantó las cejas y me miró por encima de las gafas, en general parecía sorprendido o receloso de los chistes que Bob me había instalado. Yo era demasiado joven y estaba demasiado fragmentada para haber llegado a este tipo de material por mi cuenta.
En años posteriores, cuando la gente le preguntaba a Bob de donde venía yo, Bob en broma les decía que me habían sacado de una cinta transportadora. Siempre se burlaba de dónde venía yo, Bob me dijo una vez que me había elegido a mí por algo especial que vio en mis ojos.
Henry creó mi sistema de personalidad y Bob se encargaba de los diálogos, los chistes, las canciones, los bailes y el entretenimiento, y suministraba a Henry amigos famosos y conexiones por todo el mundo, incluyendo famosos de Hollywood y conexiones financieras y políticas. Henry decía que los contactos lo eran todo, y que él y Bob trabajaban bien juntos porque, a pesar de sus diferencias, juntos duplicaban de largo su influencia y eficacia. Ejercían su influencia sobre un gran grupo de personas. Henry tenía la mente y Bob tenía los medios y las conexiones.


CREANDO MI UNIVERSO INTERNO

Henry trabajaba conmigo sobre todo al principio para configurar todos mis sistemas. Incluso me marcó toda la frente con muchas pequeñas equis para delinear lo que él llamaba un "mapa estelar" de mi sistema. Después me hacía mirarme en el espejo y lo que veía, además de mi carita de cinco o seis años, enmarcada por el cabello corto, eran todo de equis negras sobre mi. Decía que se trataba de planetas dentro de mi universo interior del conocimiento y que estaban a la espera del día en que serían ocupados. Más tarde añadió los países extranjeros, utilizándolos como un Pequeño Mundo por los diferentes planetas. Esto mantenía la información totalmente separada de manera que los planetas no tenían forma de comunicarse entre ellos. Así que toda la información permanecía independiente pero se mantenía en órbita en la azul inmensidad de las estrellas. Todas las estrellas eran utilizadas como archivos mentales para diferentes "Estrellas" del cine o políticos con quien ser utilizada. Las estrellas más grandes contenían archivos más grandes de personalidades con las que era usada con más regularidad y las estrellas más pequeñas estaban reservadas para las personas que sólo veía de vez en cuando. Las estrellas más grandes estaban reservadas para presidentes, reyes, reinas, etc. El Consejo, este grupo todopoderoso de hombres que en secreto orquestaban todo este drama, tenía algunos muy especializados, sistemas de satélites muy avanzados que viajaban por todas partes y más dentro de mi mente, monitorizando constantemente mis "mundos" internos.
También podían acceder de forma interestelar o interplanetaria y tener acceso a toda la información que quisieran sobre cualquier área o persona en el sistema. Los miembros del Consejo eran los únicos que no tenían ningún bloque de seguridad en ninguna parte en todo el sistema. Tenían acceso pleno y total como Henry. El acceso de Bob estaba limitado sólo por su capacidad de acceder completamente a cada parte del sistema. Henry sencillamente no informaba a Bob sobre los planetas o estrellas que no quería que supiera.
Y Henry me decía que él y el tío Bob daban vueltas montados en pequeñas bicicletas espaciales por el espacio interior de mi cabeza para vigilar todo y asegurarse de que todo estaba siempre en perfecto orden, para que ningún archivo. planeta o estrella nunca se estropeara o se perdiera. De esta manera Henry mantenía los archivos mi mente en un orden perfecto. Henry me decía que los archivos de la mente eran ilimitados porque el universo era ilimitado y contenía una inmensidad infinita, siempre nuevos campos por recorrer. Henry decía que nunca se podría llenar.


KISSINGER Y LA PROGRAMACIÓN CADA VEZ MÁS SOFISTICADA

Kissinger era el cerebro detrás de mi estructura de personalidad, y utilizaba a otras para fomentar su creación. Él en general estaba dentro de los puestos de la más alta seguridad donde mi padre y otros me llevaban. Allí es donde se hacía todo el "trabajo de preparación", como lo llamaban, antes de llevarme a Henry para sus experimentos. Preparar, para mí, significaba torturarme con máquinas, sillas, todo tipo de horrores y después, cuando ya no podía funcionar más, cuando no sabía ni mi propio nombre, o si yo todavía era real, me llevaban a Henry. Henry tenía un cuaderno de diagramas desde donde trabajaba. Un diagrama "destilado" significaba que la idea original y la intención habían sido identificadas y elaboradas, y los diagramas subsiguientes eran un refinamiento adicional hasta que el resultado final era la perfección total. Así es como Henry creaba la estructura de mi personalidad. El control mental era un arma secreta que él perfeccionaría a lo largo de los años.
Henry tenía otros "robots", como él los llamaba, pero yo era la persona con la que pasaba la mayor parte del tiempo de perfeccionamiento. Me decía que era el sujeto perfecto y que mi padre había hecho un gran trabajo preliminar que su trabajo estaba garantizando un éxito, donde los otros robots se quedaban cortos, ya que "sangraban directamente", y por tanto no se podía confiar en ellos. Sabía que Henry tenía otros robots, porque había dicho que los tenía para diferentes y diversas cosas, pero decía que yo era la crema de la cosecha.
Henry decía que teníamos una "sede itinerante", y que siempre era su maletín negro. Cuando yo miraba su maletín estaba programada para que me fuera familiar, y mi entorno no importaba. Ahora podía hacer mi trabajo sabiendo que todo estaba bien. Al menos eso es lo que me había sugerido pensar y sentir.

A medida que fui creciendo, me llevaron a bases militares para una programación más sofisticada.
Impotentemente conectada a máquinas de alta tecnología que hacían cosas en mi cerebro, no tenía forma de entender lo que estas personas me estaban haciendo ni el por qué. Me colocaban en grandes cámaras de metal y se me dejaba en aislamiento, a veces girando, con luces de colores, siempre con un solo color a la vez. Era atada a sofisticadas sillas con electrodos colocados en la cabeza, a continuación, electrochoques en una variedad de maneras. Sofisticados equipos de audio también se utilizaron en mí. A menudo ruidosos,
los sonidos penetrantes eran transmitidos a través de auriculares, normalmente iban a cada auricular diferentes sonidos. Yo no sé qué era exactamente lo que querían conseguir con toda esta tecnología, pero me sentía torturada por ello.


EL SISTEMA DE ARCHIVOS MENTALES

También me siguieron llevando a Disneyland para la programación base para mi sistema de archivos mentales del gobierno. Alrededor de los 8 años, Henry había hecho algunos programas inteligentes para crear un sitio y la organización en mi cabeza para mis archivos mentales internacionales.
Creó dentro de mi sistema de personalidades uno o dos niños para cada nacionalidad, tal como está representado en la atracción Es un mundo pequeño de Disneyland. Henry decía que los temas internacionales eran para asegurar los diferentes sistemas de archivos mentales porque decía que estaban "culturalmente orientados". La vuelta al mundo en 80 días (Around The World In 80 Days) era una canción que cantaba una y otra vez cuando tanto mi madre como mi hermano tocaban en el órgano o mi hermano la tocaba con su acordeón. Las palabras que yo estaba programada para responder eran. "Alrededor del mundo durante 80 días, viajé mientras Hope hacía mis citas". Henry Kissinger y Bob Hope continuaron siendo cohortes durante años y actuaron en todo el mundo con gente y gobiernos, tanto como esta canción fue repetidamente reproducida en mi cabeza.
Henry había vinculado una serie de diferentes programas para la atracción Es un mundo pequeño y decía: "Cuando subas al reloj oirás un tic-tac y después te acoplarás; tic-tac, tic-tac. Mantén toda la información por separado. Mantén toda la información limpia y ordenada en su espacio con pequeños muros en medio". Subí a la atracción, y vi la enorme torre del reloj haciendo tic-tac, después me dijeron que me presentara en la puerta giratoria hasta que subiera a la atracción. Henry creía que yo pensaría que mis viajes reales por el extranjero eran en realidad recuerdos de esta atracción. Debido a esta programación tenía problemas para distinguir la realidad de la fantasía. La fantasía Disney estaba destinada en realidad a ocultar las experiencias internacionales de la mente consciente.
Cuando bajé de la atracción Henry me dijo algo hipnótico para encerrarme en el programa. Pasó gran parte del día conmigo en Disneyland. Era muy divertido para las personalidades que programaba. Casi reí cuando lo vi por primera vez. Sabía que no estaba permitido, pero se le veía realmente divertido con el disfraz. Llevaba barba, peluca y sombrero. Se le veía bien, pero yo sabía que en realidad era Henry, y le dije: "Henry, ¿por qué llevas esas tonterías?" No podía comprender por qué tenía que simular que no era él.

Con su espeso acento, y voz grave, monótona, me dijo que me callara y con un tono de irritación en la voz dijo: "Tú, hija mía, eres demasiado precoz".
Henry me montó de atracción en atracción, y luego al bajar, mareada, con náuseas, confusa, desorientada, asustada, o lo que fuera, me dijo que "escuchara atentamente", mientras él programaba todo tipo de cosas en mi sistema de archivos mentales.


"MI NOMBRE ES HENRY SIMS"

Henry me compró palomitas y un globo, también, como lo habían hecho mis padres para cerrar el programa. Si la gente hubiera sabido que Henry Kissinger estaba aquel día en Disneyland, se habrían quedado muy sorprendidos. Y si yo hubiera sido la causa de que se le reconociera, seguramente habría sido mi final. Nunca aludí a estar asociada con Henry Kissinger. Henry me dio un montón de mezclas en esta agenda para tenerme leyendo "Los libros y dibujos animados de Henry", intentando mantener su identidad anónima en mi mente consciente. Intentó confundir mi asociación con él teniéndome leyendo una variedad de libros, uno era sobre Henry y la máquina de donuts. Siempre me estaba susurrando, "Me llamo Henry Sims" al oído, para que nadie más pudiera oírlo. También me hacía comer barras de chocolate "Oh Henry" y leer los comics "Oh Henry", después de que me hubiera dado una orden hipnótica que le borrara de mi memoria mientras leía o comía todo eso.
A veces, Henry conducía hasta un estacionamiento, donde bajábamos y caminábamos un trecho hasta un centro comercial o un canal. Cada vez que estuvimos juntos, en general llevaba un tipo diferente de sombrero (a veces uno del tipo Dick Tracy) y un bigote y / o barba postizos. Solía llevar un bigote cuadrado y una barba cuadrada a juego. Los llevaba de vez en cuando, Henry era un maestro del disfraz y podía mantener correctamente sus papeles. Le parecía muy inteligente a una niña como yo.
En los primeros días, Henry le dijo a la gente: "Es una niña lista, ¿verdad ?" Esto era cuando tenía alrededor de 10 años, justo antes de que comenzaran mis grandes enlaces políticos sexuales en la Casa Blanca. Pero me estoy adelantando a mí misma.


LA PROGRAMACIÓN CARRUSEL

Henry también me programaba frente de una atracción de carrusel. Me tenía de pie delante del carrusel pero no me dejaba sentarme en ningún caballo o banco de la atracción. Yo sólo tenía 8 años o menos, y quería subir a la atracción y divertirme, pero Henry decía que tenía que quedarme ahí fuera de pie. Ese día, el carrusel se debía crear en mi mente crear allí de pie y los archivos de mi mente debían deslizarse suavemente y con tanta facilidad como el giro del carrusel. Entonces llegaba una parada, como la rueda de la fortuna, al lugar del archivo mental que Henry había pedido. Me dijo: "Hay otro mundo entero en tus archivos mentales, el mundo entero". Me decía: "El carrusel hace que los archivos de tu cabeza giren fácilmente y sin esfuerzo". Mis programadores también vinculaban la memoria de momentos en que me habían hecho girar hasta que quedaba mareada y desorientada en su intento de mantener estos archivos mentales bajo el manto de la seguridad nacional. Al ser "desprogramada" a menudo he tropezado mentalmente con programas de confusión, sueño, suicidio, migraña, y drogas con los que debía luchar atravesándolos para llegar a las experiencias originales. A menudo estaba físicamente enferma, como dictaba mi programa, y sufría masivos dolores de cabeza por culpa de la migraña y dolor en diferentes partes del cuerpo, mientras recuperaba esta información que ahora estoy compartiendo con vosotros.
Henry me dijo : "Eres un ordenador y de la misma manera que imanes similares se repelen, si tratas de trabajar con un equipo informático, tu mente será repelida. Se irá y no serás capaz de pensar para hacerlo funcionar. Así es, por supuesto, a menos que sea el "tiempo que florecen los manzanos", que era una críptica referencia a Nueva York. Más tarde programó el "tiempo que florecen los cerezos", como un código para JFK. En 1991, unos 30 años después, cuando he tratado de documentar mis recuerdos con el ordenador en la isla de Kauai, me sentía continuamente frustrada, como si me hubiera desorientado al empezar a escribir mi experiencia recordada. A menudo, después de luchar tenazmente, a mi manera, mediante la escritura de un diario de mis recuerdos, sonreía después de haber ganado, sólo para quedar inmediatamente desorientada, y al mirar de nuevo al siguiente momento me daba cuenta de que la información que acababa de pasar una o dos horas documentando había sido borrada por otra parte de mi estructura de personalidad que aún seguía las órdenes de mis controladores. Fue muy frustrante, pero yo fui terca ¡y me negué a darme por vencida!


EL PROGRAMA DEL RELOJ INTERNO

Henry había programado personalidades para informar que el pudiera utilizar para interrogarme para acceder a los datos que él cuidadosamente solicitaba cuando yo adquiría cierta información específica o de individuos. Había creado un sistema muy sofisticado que me permitía tener un reloj interior que no sólo mantenía la hora perfecta, sino, que cuando me preguntaba, yo daba la hora, y también sabía la hora que era en todo el mundo y podía hasta aun grabar y reproducir la hora en que ocurría lo que me pasaba cada día. Henry me preguntaba: "¿Qué hiciste entre las 8 y las 5 del 5 de junio?"
Yo recitaba: "A las 8 am me desperté a las 9 am me duché, a las 10 vi esto y lo otro.." Henry podía comprobar en cualquier momento el registro interno para averiguar dónde había estado, con quién había estado, y lo que había estado diciendo o haciendo. Dio instrucciones estableciendo, "quién, dónde y qué", y era capaz de entrar "en el archivo de programación de grabación" en el marco del programa base.
Mi trabajo más importante era dejar el mensaje a la gente a la que él me enviaba, en el momento adecuado. Henry decía que la sincronización lo era todo. Así que me enseñó a entregar los mensajes en el momento perfecto y a mirar los ojos de la persona y captar los otros gestos faciales y como él o ella respiraba. Decía que lo conseguiría como un "mecanismo de relojería perfecta". Este era el nombre real de una categoría de archivos mentales, para listar y recitar todas las diferentes horas del mundo y así Henry sabía exactamente qué hora era en cada país del mundo en cualquier momento en que me lo pidiera - y todas estas horas y la orientación del lugar hacía un bucle de nuevo dentro la atracción Es un pequeño mundo y la programación del Reloj de la torre.

Henry podía recordar los nombres y los números de los archivos mejor que nadie. Siempre recordaba todos los más importantes en su cabeza. Tenía un pequeño cuaderno donde llevaba la cuenta de otros archivos mentales, grandes listas de intrincados planos, documentos clasificados y listados detallados de las sub-partidas. El sistema de archivos que había creado era de múltiples niveles y de múltiples capas, como un pastel de bodas. Henry decía a mis respectivas personalidades como se veía en general y creaba una imagen en nuestra cabeza desde donde podía ver cómo se trabajaba desde el interior. También teníamos un "maestro" interior que nos escuchaba dentro de la cabeza para enseñar, recordar, ordenar y organizar. Este profesor era importante y trabajaba dentro inconscientemente y por separado de Henry, hasta que cumplí los treinta y seis años o así, en que un quiropráctico inadvertidamente conectó mi mente consciente con mi maestro interior, que más tarde finalmente me ayudó a llevarme a la libertad. El resultado fue que este programa del maestro interior de Henry se hizo consciente y enseñó a mi mente consciente lo que antes era subconsciente, por lo tanto, mi mente consciente y subconsciente estaban vinculadas entre sí haciendo que el programa aún fuera más fuerte y accesible para descubrir información de los demás. Entonces, yo era consciente y capaz de ver lo que yo había asignado a mi "maestro interior" y "guías interiores", que en realidad no eran más que nombres en clave para proyectos o áreas en las que
estuve involucrada después. Así empecé a escuchar los códigos de manera consciente y éstos activaban las personalidades subconscientes o el material de mis archivos mentales. Pero otra vez me estoy adelantando a mí misma.


ALGUIEN JUEGA AL AJEDREZ?

Henry jugaba conmigo, al ajedrez, a damas, al tres en raya, y a juegos de concentración, y a todo tipo de juegos mentales "a crear otros archivos y rincones en los archivos de la tienda", decía Henry.
Estableció un sistema con un juego de ajedrez que estaba destinado a albergar mensajes crípticos entre Henry y otros. El Consejo contactó con Henry y estableció una relación muy fuerte con él a través de largas discusiones e información que le enviaban a través de mensajes codificados en mi sistema de archivos mentales.

Con el tiempo, Henry les cortejaba creando muy sofisticadas (aunque sencillas para los entendidos ) formas de comunicación a través del juego de ajedrez donde cada pieza tenía un código muy específico que me enseñó a memorizar para transmitirlo. Con el tiempo los jugadores secretos sabían de memoria el significado de los movimientos. Quedaban anticuados. "Mira el tablero de ajedrez como un reloj y todas las piezas se reconocen en el sentido de las agujas del reloj", Henry me daba instrucciones sobre sus órdenes hipnóticas. Cuando el tablero de ajedrez estaba preparado, Henry (o el Consejo) tenía que hacer una jugada sobre el tablero de ajedrez y yo tenía que memorizarla y hacer el movimiento, conteniendo el mensaje críptico, y entendería lo que significaba para la comunicación. Se dirigían guerras unilaterales, los jugadores en el juego de la guerra estaban delimitados con claridad. No había errores, porque todo estaba programado y contrastado como en un ordenador. Mi mente estaba programada y catalogada como una máquina, por lo que sólo podría tener una precisión absoluta.
El tablero de ajedrez era un puente hacia el "otro mundo" donde vivían todos mis controladores, "como cuando Dorothy iba a Oz", me dijeron. Henry y Bob y el gobernador (después presidente) Reagan y los otros parecían amigos y familiares de Dorothy - que vivía sobre el arco iris, mientras que mi madre y mi padre y mis amigos estaban donde vivía la tía Em, en el mundo real. "Así como el espejo, todo es lo contrario de lo que ves. Igual que la Bella Durmiente que mira en un charco de agua clara y ve su bello reflejo, tú subirás sobre el arco iris, a fundirte con él". "Over the Rainbow" siempre iba hacia el mundo que era como Oz, el pretendido mundo de Henry Sims y Bob. Todo el mundo estaba en el otro lado, todo lo que yo tenía que hacer era "caminar a través del espejo líquido para hacer frente a la otra parte e inmediatamente cambiar y girar a su alrededor para hacer frente a una nueva situación, tranquila, fresca y vigorizada. Cada movimiento, suave y eficaz", como Henry me había instruido.


LA MIRADA ANTIGUA

Henry había creado muchas personalidades dentro de mí que estaban programadas para ser más viejas y más sabias que mis jóvenes años, para su uso con otros. Estas personalidades fueron formadas y se crearon viendo diferentes películas seleccionadas como niña, como My Fair Lady. Esto era necesario, oí por casualidad a Henry decir a otros, que para utilizarme con 10 años, debía parecer que tuviera 16-18.
Desde que físicamente me desarrollé a los 10 años, podían hacerlo, sobre todo mediante la creación de personalidades muy maduras para tratar con algunos de sus muy importantes clientes. En ese momento empecé a llevar el cabello peinado profesionalmente una vez por semana. Mi corte de pelo era corto y "chic", fue la palabra que Henry utilizó. Tenía que proporcionarme un aspecto de más edad y, en ese momento, todo el mundo necesitaba que yo pareciera mayor, que actuara como si fuera mayor, todo mayor.
Mis peinados eran diseñados profesionalmente cada semana, para retratar con más facilidad las muy maduras, brillantes personalidades que él y otros ayudaban a crear para su uso. Uno de los obstáculos fue mientras utilizaba "brackets". En ese momento, hubo ocasiones en que me llevaron a mi ortodontista, James Mulick, DDS., un graduado de la UCLA, y por la noche, me sacaba los delanteros y un día o dos más tarde después de que mi uso había terminado, los sustituía. Como todos los demás, probablemente también estaba bajo programación.
En aquellos tiempos, Henry accedía a la información de mis archivos mentales con agujas que me clavaba entre los nudillos de la mano, aunque nunca en público. Cuando estábamos en una reunión o en un lugar público él me tocaba la mano para hacerme entrar en el estado archivo mental, entonces me señalaba los números de clave / código para acceder a los archivos específicos que quería. Más tarde, utilizó un "tema de la hora del reloj" y afortunadamente para mí abandonó el uso de agujas.
Con el tiempo, se crearon muchas personalidades y se mejoraron específicamente para su futuro uso con determinadas personas, como presidentes, artistas o líderes extranjeros. Había los "archivos mentales del presidente" que se habían creado estrictamente para uso del Presidente en todo lo que necesitara o quisiera. Se me instruyó para llevar perlas las veces que sería estrictamente utilizada como un archivo mental y diamantes cuando debía ser principalmente utilizada sexualmente con presidentes, jefes de Estado o líderes mundiales.
Todavía puedo oír la voz de Henry dándome las órdenes, con su fuerte acento espeso, decía, "Los ojos se te están volviendo tan somnolientos que un tren no te confundiría. Ahora, cuando estés profundamente dormida serás capaz de retener vastas reservas de información para su custodia y recuperación para mí y sólo para mí. Esta información es segura, muy segura, ya que sólo se puede acceder
a través de mí. ¿Lo entiendes? haz que si con la cabeza si me entiendes". Yo asentía con la cabeza. "Bien", dijo, "ahora podemos empezar con la grabación del mensaje: "Sr. Presidente, estoy horrorizado por su postura respecto a Irán. Cambie las instrucciones y mire hacia el este. El éxito de esta operación depende de ello".
Otros compartimentos de la memoria que había creado para otros usos se consideraban, en el interior, como bloques de bancos de memoria que almacenaban información. Todos tenían cerraduras de combinaciones de los que Henry conocía los códigos. Muchos códigos tenían números y letras como, "16R, 17L y 12 recto". Con el código de acceso, la puerta del banco de memoria en mi cabeza quedaba abierta del todo y podía entrar y leer la información que Henry buscaba. Me decía en qué archivo entrar y que debía leer por orden alfabético a través del sistema de archivos mentales para llegar al tema que él quería. Entonces, yo le leía los datos o los mensajes a los que había accedido dirigidos a él por otros.

Más tarde, de mayor, tenía los códigos numéricos para el blanqueo de dinero desde y hacia los lugares que él me decía que tenía que ir.


UCLA

Henry pasó un tiempo en el Instituto Neuropsiquiátrico de la UCLA en Westwood, California, en el área donde me ponían a prueba y trabajaban en mi cerebro con todo su equipo de alta tecnología, luces brillantes, gafas, drogas, electroshocks, escáneres, etc. Henry iba con el gran y pesado médico caucasiano vestido con una bata blanca de laboratorio por los pasillos y yo caminaba detrás de ellos hasta que llegábamos a la puerta de doble batiente, y entonces el médico aguantaba una puerta abierta para que Henry y yo entráramos. Todos entramos dentro y Henry me dijo que subiera encima de la mesa. El médico examinó mis reflejos y me miró a los ojos con luces diferentes y me dio cosas para probar y oler y todo tipo de cosas que dijeron que afectarían poderosamente a mi cerebro. Henry me dijo que el doctor era mi amigo imaginario. Me decía lo que tenía que pensar, en definitiva. En un intento de codificar aún más mi cerebro el gran doctor cruzó sus brazos sobre el pecho con las manos apuntando en direcciones opuestas, y dijo:
"Éste es el este o es el oeste? yo no lo sabía, sólo estaba confusa".


NASA

Otras veces médicos con batas blancas jugaban conmigo a juegos de percepción mental en la instalación de la NASA. Primero me llevaban "al curso", como ellos lo llamaban, y me ataban a sillas para realizar diferentes operaciones, como girar, al lado de una cámara de aislamiento. Me ponían enormes máquinas para los ojos en la cara y me hacían cerrar un ojo y después el otro para programar cada lado del cerebro por separado. Algunas cosas se invirtieron y programaron en otra área de mi cerebro para el ojo opuesto. Ellos le llamaban "programación - cruzada". Para otras funciones, ambas lados de mi cerebro debían estar operando sincronizados. La información para ser utilizada en los archivos mentales se almacenaba sólo en un lado de mi cerebro. Entonces, me permitían descansar un momento antes de inyectarme alguna droga para luego ponerme en el curso de nuevo (primera por una mujer, y después por un hombre). Me llevaban de la mano a cada pieza del equipo, porque en ese momento yo era un zombi total. Cuando terminé la tercera ronda del curso de los equipos, me pusieron en una cámara de aislamiento totalmente silenciosa. No sé cuánto tiempo estuve en aislamiento, pero los médicos de las batas blancas me soltaban y me hacían preguntas. Yo seguía girando; sentía que no podía evitar que mi cabeza y los ojos giraran continuamente cuando trataba de responder a sus preguntas. Enfocar con los ojos era muy difícil.
Todavía puedo sentirlo y experimentarlo, hasta el punto de la abreacción, que terrible y desconcertante es sentirlo. Los médicos siempre actuaban con superioridad, pero aun siendo una niña bajo control mental, de alguna manera tuve la oportunidad de preguntar, "¿quién no podría ganar con los juegos mentales, en estas circunstancias". Yo sólo era una niña que había sido sometida a tortura y drogada, y ahora querían hacerme preguntas como si de alguna manera fueran mejores que yo. Después de que un médico acababa de interrogarme, iba y otro médico quería preguntarme y ponerme a prueba aún más.
En ese momento yo era incapaz de comprender conscientemente el hecho de que nunca hubo una vida normal para mí. Sólo un "actuar" normal hacia el exterior y para el público. Normal era lo que la mayoría de la gente considera un comportamiento aceptable y me decían que emulara a las personas normales. Así que yo copiaba el comportamiento y sólo me permitían estar alrededor de ciertas personas.
Todas las demás relaciones no estaban permitidas. Tanto mi madre como mi padre me miraban "como un halcón", me decían que no se me permitía ir a eventos sociales que no formaban parte de mi realidad programada.


HENRY ME LLEVÓ MUCHAS VECES AL PENTÁGONO

Para prepararme para esta tarea, Henry jugaba "al bingo" conmigo dentro de mi cabeza y me dirigía a los archivos del Pentágono por un mapa que él también había creado en mi cabeza. En la sala de archivos del Pentágono un código identificaba cada archivador de la sala, asignándole un código de letras para la fila y uno de numérico para el número de caja, a partir de # 1 a la izquierda. Había 12 filas de 12 armarios en la zona. El suelo bajo los gabinetes era de hormigón liso o como de mármol. Los archivos dentro de los gabinetes estaban marcados con letras y códigos numéricos. Había que buscar el documento que querías en una lista, para llegar al número de código con el fin de buscar en los archivos. Estos se mantenían en el lado opuesto del edificio por razones de seguridad por lo que una persona tenía que pasar a través de dos sistemas de seguridad para obtener el documento que buscaba. No se archivaban sólo en orden alfabético, sino que tenían un sistema de seguridad completamente diferente. Las ventanas del edificio tenían esas pequeñas líneas onduladas, delgadas. Pero la sala de archivos no tenía ventanas. Había diferentes tipos de sistemas de seguridad. Algunos sistemas se ajustaban y desbloqueaban con tarjetas, otros con claves, y aún había otros que lo hacían con calor, luz, la voz o activando presión. En algunas zonas había rayos láser rojos que brillaban a través de la zona que acogía a los archivadores.
Muchas veces me ponía diferentes disfraces, me vestía como un hombre, completo con barba y bigote, o una mujer con relleno para hacerme parecer corpulenta. Estos disfraces también tenían éxito en hacerme aparecer aparentando tener diferentes edades. A menudo había sombreros que completaban mi disfraz de algún trabajo. Henry me disfrazaba y me llevaba en una sola noche. Sólo en una ocasión me hizo entrar de noche, cuando hubo una emergencia en la que valía la pena el riesgo de dejarme dentro con instrucciones de autodestruirme si era arrestada. Henry hizo algo para conseguir que un guardia armado se comprometiera a llevarme a través de los pasillos largos, grises e hileras de escritorios en la zona donde tenían filas de archivadores llenos de documentos clasificados. Henry necesitaba alguna información sobre un documento, así que le dijo algo al guardia y el guardia me llevó a través del edificio desbloqueando los sistemas a medida que avanzábamos. Me llevó hasta la sala de archivos y de la misma manera que en el juego que Henry y yo habíamos jugado, fui directamente al gabinete de archivos, codificado con el número y la fila en el mapa de mi cabeza. Como una rata en un laberinto, yo sabía exactamente mi camino hasta el destino deseado y utilicé una pequeña linterna que Henry me había dado para este fin. El área de archivos tenía cámaras que filmaban la zona, como en los bancos. Que de alguna manera tuvieron que ser desconectadas. Henry me dijo que sacara el archivo, memorizase fotográficamente todo su contenido dentro de un archivo mental predispuesto y en minutos " fotografiara" completamente un documento de varias páginas con la mente. No hubo tiempo suficiente para leerlo, pero lo fotografié rápidamente, y luego volví con el guardia. Creo que el acuerdo era que sólo podía tener 2 minutos un cajón abierto una vez que hubiese encontrado el documento creo que Henry desafió a algunos chicos que pensaban que yo no podía hacer las cosas de manera tan rápida o cosas de otro tipo que parecían humanamente imposibles, de modo que él podía meterme en diferentes edificios de alta seguridad. Henry también podía convencer a los guardias y en otras ocasiones lograba autorizaciones especiales, o llegar a un acuerdo con un guardia o el jefe de los guardias. Era difícil porque los guardias no tenían más remedio que esperar que Henry les ayudara a proporcionarles una coartada para el momento en que le estaban ayudando.

Durante las horas normales de oficina, Henry me prostituía con la cúpula del Pentágono, con los guardias, con cualquiera que él necesitara manipular o tener acceso a fin de obtener la información que buscaba, había ciertos funcionarios del Pentágono que cooperaban más que otros. Años más tarde me llevaría a las reuniones con los hombres del Pentágono para "interrogarme" ante ellos.
En el Pentágono también había una sala de audiovisuales, como decían ellos a finales de los años 60 y principios de los 70, donde las personas con autorizaciones privilegiadas podían ir a ver una película (después vídeos), los proyectos de alto secreto y otra información clasificada. Henry me llevó a ver un montón de ellas todos aquellos años. Solía haber una gran pantalla de cine, pero después había un gran monitor para las proyecciones de vídeo.


HENRY Y LA CIA

Henry envió a un hombre, al aeropuerto en una limusina. Una vez en la oficina, Henry me sentó en la gran silla giratoria de madera, para darme el mensaje mientras me daba vueltas. Más tarde, me llevaron con él mientras él buscaba entre mis archivos mentales, escuché los mensajes de la gente, y la información introducida de nuevos proyectos hasta que llegamos a Washington, DC. Después me envió a los edificios y di la información a quien me dijo y de la manera que Henry había dicho. La mayor parte del tiempo en sí, era sólo una vía para enviar mensajes o tal vez sólo me utilizaba como un pago a los funcionarios que estaban dispuestos a pasar por alto sus órdenes de seguridad para permitirme el acceso a ciertas áreas clasificadas. Henry estaba bien engrasado en el interior de la red del FBI y la CIA. Él y su entrepierna se aseguraron de tener el control de estas agencias. El director siempre era "uno de ellos", pero Henry tenía una gran cantidad de información importante para dar a estas agencias para que las cosas siguieran en su sitio, como engranajes bien engrasados.
Me enviaron a "entregar un mensaje al hombre del segundo piso de la sala que lleve un pañuelo llamativo en el bolsillo izquierdo y te dé golpes en el hombro izquierdo y se incline para decirte: "Lo siento chica" Entonces le dices este mensaje".
Henry tenía un montón de negocios con la CIA y el FBI y todo era un gran secreto. Me envió, incluso cuando tenía ocho o nueve años a entregar alguna de sus informaciones más sensibles a las más sensibles de las conexiones. Todo comenzó cuando él me hizo girar en la silla de madera y me introdujo el mensaje. Después él tendría a alguien que me entregaría en el destino donde debía dar la información, a menudo a viejos, caballeros muy dignos y que parecían ricos. De vez en cuando me "topaba" con un viejito de cabellos blancos simpático que me daba unos golpecitos en el hombro y dejaba caer al suelo algo como una rosa, un pañuelo o un llavero y cuando ambos nos agachábamos para recogerlo, yo le entregaba la información. A veces era una larga cadena de números o a veces sólo una palabra como "Ajax", o "coma" o "cebada él" o "conviértelo en un bocadillo de jamón", o "Esta noche, a las 3 am trabajo en el Edificio Federal".


LA CADENA DE MANDO

Mi cadena de mando era primero Henry y luego Bob, Henry Kissinger había creado a Sue y Bob Hope había creado a Sharon, y al principio trabajaban sólo con sus respectivas partes de mi estructura de personalidades. Los mensajes podían ser enviados a través del sistema de la personalidad interior. Bob nunca accedió a Sue y Henry no accedía a Sharon, pero Henry había enseñado a muchas personalidades como enviar mensajes de ida y vuelta a través del sistema para obtener información sobre Sharon sin acceder directamente a través de ella y así mantenérselo en secreto a Bob así que estaba rompiendo su acuerdo. Henry creó "corredores internos" que llevaban los mensajes de Sue a Sharon y luego se respondían de nuevo sin tener que tener presente a Sharon. Funcionaba bien, pero Bob no tenía acceso a Sue. Como Bob no había creado mi infraestructura de personalidades, no tenía la sofisticación para saber cómo acceder a la información sin ser detectado y sabía que Kissinger le descubriría porque Henry me programaba para decir siempre la verdad. Yo no podía hacerlo de otra manera y yo se lo decía a Bob porque Henry me había dicho : "Tú obsérvalo y dime todo lo que hace".

Después de mucho contacto con Henry, dijo: "Como en un buen matrimonio, después de un tiempo hay comunicación inconsciente constantemente". Quería decir que era como conocer tan bien al otro que le leías los pensamientos, y así es como me entrenó para estar en sintonía con él.
Los primeros años muchas de mis instrucciones llegaban a través del teléfono. Mis controladores decían el nombre de una personalidad específica y yo me cambiaba, escuchaba las instrucciones y cuando decían: "Adiós Sue", volvía a mi personalidad normal, sin ser consciente de lo que había pasado.
Bob me llevaba a más lugares cuando era pequeña para adquirir experiencia, pero Henry me sentaba mucho en la silla y leía las instrucciones o me pinchaba con aquella gran aguja en el muslo o en la mano, y me daba cosas para mirar para que les "hiciera una foto con mi cámara interna".


QUIEN SOSPECHARÍA DE UNA NIÑA?

Henry tenía su chofer para llevarnos a diferentes parques de Nueva York y me dejaban salir. Yo tenía ocho o nueve años, cuando Henry me dijo que, "caminase hacia el hombre del traje azul", y cuando él
dejara caer su pañuelo yo tenía que darle un mensaje. Cuando volvía hacia el coche, Henry me dijo: "Tú eres una especie de paloma mensajera". Me llamaba así a menudo cuando era pequeña y le hacía "encargos". Quería que llevara el pelo corto, porque así me podía disfrazar para parecer un chico o una chica, fuera cual fuera el trabajo requerido. Me hizo ser de todo incluso "invisible" - es decir, escondida dentro de una caja que era transportada a un gran almacén. Por supuesto que me dieron instrucciones de que una vez dentro, esperara dos horas, saliera de la caja y fuera a desbloquear el almacén, y si era necesario me enseñaban cómo romper el código de seguridad para salir. Como decía Henry: "Quien sospecharía de una niña?"
"Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores..." - El Padre Nuestro






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