GRACIAS POR LOS RECUERDOS / Capítulo Dieciséis: Viva Las Vegas

El Consejo dirigía y utilizaba zonas como Las Vegas y Tahoe porque atraían a grandes multitudes. También eran conscientes de que cuando la gente bebía alcohol y veía un show, sus mentes subconscientes estaban aún más abiertas a retener profundamente lo que veían. Lo sabían todo sobre los armónicos y utilizaban a personas que eran grandes estrellas para entregar sus mensajes. Hubo un tiempo en que no tenían a sus artistas programados colocados en los espectáculos, por lo que no tenían una conexión interna con el talento mediático para dirigirlo para que entregara sus mensajes a la multitud. Si eso ocurría era porque enviaban a alguien para que participara en el espectáculo. Preferiblemente antes del espectáculo o el intermedio, esta persona solicitaba al maestro de ceremonias que pidiera a aquel artista que dijera algunas palabras específicas en un orden determinado, explicando que significaría mucho para una determinada persona de la audiencia, y después le soltaba al maestro de ceremonias una gran suma de dinero. Más tarde, el famoso mientras hacía la actuación pronunciaba las palabras planeadas de antemano que estaban destinadas a tener un "efecto programado previsto" en ciertos esclavos controlados mentalmente programados de la audiencia. Si el artista estaba bajo control mental él o ella habrían sido pre- programados para entregar mensajes de activación durante la actuación.

El Metro Goldwyn Meyer (MGM) Grand (Hotel y Casino) era sinónimo de mafia y la conexión de los famosos de Hollywood en Las Vegas. Los hoteles eran pequeños microcosmos complejos de un grupo por otro lado corrupto de mafiosos que poseían su parte de "la franja". Los hoteles eran una manera de clasificar sus intereses.

Bob Hope tenía vínculos con el MGM Grand y directamente con la mafia que lo poseía y dirigía. A mí me utilizaron allí con muchos mafiosos, hombres ricos que a veces eran despiadados, pero que a veces parecían tener grandes emociones y lealtades a ciertas causas.

Las Vegas me lleva a un montón de recuerdos de finales de los años 60 y principios de los 70, durante el punto álgido de ser utilizada por Hope, Nixon, Reagan, Kissinger y otros. Para asegurar su secreto, me llevaban a Las Vegas a "reacondicionamiento" de vez en cuando. En aquella época incluían el trauma para mantener las experiencias secuestradas de mi mente consciente. Después nacieron mis hijos, ataron el recuerdo del trauma a las amenazas utilizadas para recordar la seguridad o la falta de ella hacia mis hijos para mantener sus secretos muy seguros. Aquellos mafiosos (la mayoría sicilianos) tenían un montón de dinero y poder en sus respectivos territorios. Esto era debido a que su poder se extendía, así que crearon una red entre ellos para asegurar su poder en muchos lugares. Crearon lazos con elementos "políticos" del gobierno en un esfuerzo para asegurar que no perderían sus preciosas "participaciones" en áreas con las que contaban. Drogas, pornografía, venta de bebés, prostitución - obtenían su dinero de donde podían para mantener sus explotaciones.

Tras atender sexualmente a Bob Hope en Las Vegas, a menudo me visitaba uno de sus compañeros de la mafia que "me suministraba el tratamiento". Esto quería decir que me drogaba, me aislaba y me violaba, cualquier trauma necesario para mantener mi programación intacta para ser utilizada con Bob, el "Prez" y otros. Eran brutales, y conocían lo que me aterrorizaba, pero no me hacían demasiado daño físicamente sólo me infligían mucho dolor. La mafia estaba muy conectada con varias operaciones del gobierno y con Bob, y tenía su propia jerarquía que se tenía que seguir para asegurarse de que una persona se mantuviera con vida. El Consejo estaba por encima de la mafia, por encima del gobierno, y, literalmente, coordinaba qué cosas tenían que hundirse con la mafia, y en última instancia, era fundamental para sacarle gran parte de su poder y luego redistribuirlo, según fuera necesario.

Durante el trauma los mafiosos a veces me llamaban "deafling" (deaf - sorda / darling - querida), y me decían que las paredes de Las Vegas tenían ojos y oídos y que podían verme y oírme constantemente, y que había hombres poderosos allí que me podían ver siempre.


FRANK SINATRA

Bob me regaló al "tío Frankie" una noche después de que Frank Sinatra había terminado un show en Las Vegas. A Frank le gustaba utilizar conmigo látigos y cadenas y unas correas de cuero muy aterradoras. Le gustaba tener el orgasmo mientras yo estaba tumbada boca arriba con él encima de mí, mientras me apretaba continuamente la correa de cuero alrededor del cuello hasta casi la muerte - en ese momento él llegaba al orgasmo. Tenía a menudo relaciones sexuales con él y hacía las cosas que él me decía que hiciera. Una vez me dijo que fuera hacia el hombre que llevaba una aguja de diamante y le diera un mensaje: "Te quiero..." Yo no era capaz de recuperar toda aquella memoria, ya que se convertían en paseos en carrusel, girando y girando, como una peonza, así que no podía pensar para recordar. De este tipo de programación se llama programación de giro y está destinada a desorientar y confundir. La sensación de torbellino que sentía en mi cerebro a menudo se combinaba con oír una canción popular haciéndola sonar en mi cabeza, ya que las letras me recordaban: "Estoy tan mareada, la cabeza me da vueltas".

Todo lo que hacía referencia a Las Vegas siempre era una pesadilla muy dolorosa para mí. Fui sometida a mucha violencia allí por Frank Sinatra, "para mantener callados todos los pequeños secretos", decía. Era brutal conmigo. Me ataba por arriba, por abajo, me ataba las muñecas, me abofeteaba una y otra vez, utilizaba luces brillantes, me violaba y me ataba con una correa de cuero. Las Vegas no era divertido. También se filmaba porno allí y me prostituían con altos funcionarios del gobierno y con amigos de Bob. El tío Frank se hacía cargo de la "seguridad", así que yo no me podía pasar nunca de la raya. Las consecuencias eran desastrosas cada vez que lo hacía. Había un sistema numérico que medía las cosas que hacía mal - o si desobedecía de alguna manera, que se caracterizaba por un cierto número de puntos. Sólo que yo no siempre sabía qué sistema de numeración había o cómo funcionaba. Así que nunca sabía si había llegado al punto en que debían "encargarse" de mí. Esto me daba mucho miedo y siempre estaba confundida y no podía pensar, porque no sabía, no podía recordar qué era lo que estaba haciendo mal. Así que tenía miedo de todo lo que hacía que pudiera causar que me añadieran o me sacaran algún punto. Mantuvieron la puntuación durante años y los aspectos aumentaron después de tener niños. Después amenazaban con hacerles daño o cuando los niños fueron mayores me ponían delante de los tres, y estuvieron muy cerca de matarme, para traumatizarnos a todos, para que no recordáramos. Los años posteriores mi hija pequeña, Kelly era a menudo prostituida a muchos hombres famosos y pervertidos sexuales, incluyendo pedófilos como George Bush, Mickey Rooney y otros.

El tío Frank era más joven que Bob y Bob decía que Frank podía correr más rápido para atraparme si alguna vez fuera necesario. El tío Frank fue el peor y el más duro conmigo - a excepción de Ted Kennedy, Francois Mitterand, y mi propio padre. Frank era muy aterrador y yo informaba sobre él directamente en Las Vegas. Me encontraba con él en escaleras y la escuchaba y le seguía a todas partes. Yo entraba en un trance hipnótico y escuchaba con atención, y entonces él hacía chasquear los dedos para que yo cambias a otra personalidad, y entonces hacía todo lo que él ordenaba.

El "tío Frank" me decía con quién tenía que sentarme al lado del baccarat, el black jack o en las mesas de dados. Me decía qué tenía que decir a ciertos hombres, dónde y cómo tener relaciones sexuales con ellos y me daba la llave de la habitación para llevarlos allí. Aquellos hombres tenían dos horas de puro lujo y sexo, y a veces la cosa acababa enjabonándolos y compensándoles. Sexo, crema batida, salsa de chocolate, cualquier cosa que desearan como un placer añadido. Las correas de cuero, los látigos y las cadenas, que el tío Frank a menudo utilizaba para casi estrangularme, les eran suministradas a estos hombres.
Frank era muy reservado en cuanto a su vida privada - hasta llegar a la violencia si alguna vez alguien le preguntaba nada. Bob tenía que recordarle a Frank que yo era bajita y le decía que no quería que él me "rompiera nada". Frank podría llegar a ser muy duro. Una vez, me agarró del pelo y me metió la cabeza dentro de una bañera llena de agua, no podía respirar y me entraron náuseas, me ahogaba y jadeaba. El tío Frank era quien me hacía enfermar en Las Vegas. Casi me mató y conocía todo tipo de formas de torturar a una persona. Le vi romperle el brazo a un hombre con el borde de un escritorio, con mucha facilidad, como si fuera un bastoncillo de pan. El chico se desmayó. Le encantaba hacer cosas así a la gente. Pero yo tenía que hacer a los hombres lo que el tío Frank me dijera, y les tenía que hacer el mejor trabajo que pudiera, o habría represalias. Si no llegaba a sus estándares me hacía mucho daño. El tío Frank me lanzaba contra las paredes y cuando mi cuerpo golpeaba, sentía como si me hubiera roto. "Body Slam", decía él, y me dio un montón. Casi me mata después de estar con alguien de piel oscura, un líder extranjero vestido con una túnica blanca con un turbante blanco. Este hombre era brutal también. Frank me afeitó el vello púbico para este hombre. Esto también fue aterrador. Frank le dijo a Bob que quería hacerlo él mismo, así que me llevó al cuarto de baño del hotel y cogió una de estas grandes máquinas de afeitar eléctricas y me hizo tumbarme en el suelo y abrir las piernas para afeitarme. Me pellizcó y e hacía muescas con la navaja y él sólo hacía que reír cuando yo saltaba de dolor. Las lágrimas corrían sin control por mi cara, no se me permitía llorar, pero de alguna manera, a veces simplemente no podía evitarlo. Una de las personalidades que trataban con el tío Frank estaba vinculada directamente a un sistema de personalidades, encabezadas por 'Sandy', mi personalidad principal a la hora de presentar informes. Estas personalidades informaban de todo lo que pasaba, al margen del trauma acondicionado, el entrenamiento y el terror, sin capacidad para mentir o auto-protegerse.
A menudo recibía instrucciones de un grupo de hombres en una habitación oscura, llena de humo en Las Vegas. El hombre a cargo de la zona de seguridad donde entré, me conocía, y siempre me saludaba con la mano. Aquellos hombres parecían estar por encima de la ley, por encima de las reglas, y tenían conexiones dentro de un montón de casinos. Los mensajes que yo entregaba eran trucos de juegos, información sobre drogas y ofertas de pistolas y otros programas ilegales y ocultos. "Número 9 en la cola", era un código que me dieron y que fue enviado a muchos diferentes hombres con una agenda programada con antelación. Me daban la descripción física de un hombre y donde estaría en un momento preciso. Yo me encontraba con él y le entregaba los mensajes que me habían dicho que le retransmitiera. Si el hombre quería más, me habían dado instrucciones de "seguir adelante", si lo que quería era sexo. A veces, sin embargo, me decían que "pasara página", si mis controladores no querían que yo tuviera relaciones sexuales con ellos.

Todos estos hombres de arriba cuidaban de mí y siempre había alguien "vigilando" lo que hacía. Mi padre o mi madre sólo desaparecían, como de costumbre, no sé a dónde iban o que hacían mientras yo trabajaba para mis controladores en Las Vegas. Mi padre tenía conexiones con estos hombres, pero trataba de que no nos vieran juntos. Se hacían señales secretas con la mano unos a otros desde lejos. Vi como mi padre hacía esas señales, y en Las Vegas siempre llevaba su anillo con un diamante rosado. Levantaba las manos, cruzaba los brazos y mostraba los dos dedos índice. Después sacudía los brazos hacia abajo una vez. Un hombre que la observaba hacía el mismo movimiento de nuevo hacia él y luego se rascaba la nariz, tras lo cual inmediatamente se alejaban el uno del otro. Mi padre me llevó a nuestra habitación del hotel donde me escoltó hasta la habitación y me "enseñó" ciertas cosas de la habitación. Me sugestionó para que cada vez que tocara los accesorios de oro del baño olvidara con qué había estado involucrada. Mientras ponía su mano sobre mi hombro derecho, mi padre me sugirió, "abrirás la puerta, con normalidad y, con naturalidad, bien despierta y preparada para el trabajo, cada vez que yo llame dos veces". Llamó dos veces a la puerta para demostrarlo. Me mostró el teléfono, ya fuera para enseñarme a contestarlo o para más adelante, cuando estuviera casada para dejar que fuera Craig el que contestara. A veces mi padre me llevaba ropa, joyas o accesorios para los trabajos. En un total estado de trance, yo escuchaba atentamente mientras él me llenaba la cabeza con instrucciones - a veces para informar de los diferentes números de habitación, que tenía que buscar y el mensaje que debía entregar. Mi padre me "hacía salir del trance", chasqueando los dedos. Había momentos en que me daba un golpecito para acceder a diferentes personalidades.
A veces me habían reservado encuentros con hombres para sexo y me habían programado para ir al baño entre los encuentros, yo iba como robotizada, no me acordaba de ir al baño o incluso no era capaz de notar que tenía que hacerlo. Yo era sólo un gran número, ya que pasaba de una habitación a otra, a veces con un máximo de cuatro hombres por noche. Cada hombre debía tener al menos dos horas. Bob decía que era el tiempo mínimo para poder terminar y luego ponerle fin (fingía que estaba jodiendo algo con fuerza y luego cambiaba de dirección y empezaba a follar). Estaba en un bucle alrededor de los hoteles, de habitación en habitación, teniendo relaciones sexuales con hombres. Tenía instrucciones de comenzar a las 8 p m, después hacía otro hombre a las 10, otro a las 12, y el último a las 2. A las 4 a m terminaba. Era un torbellino de pesadilla de hombres sin final. Realizaba actos sexuales, recibía electrochoques entremedio y luego cambiaba de personalidades y continuaba. Eran amigos de Bob, amigos del tío Frank, contactos de la mafia, artistas y políticos. Tenían muchos amigos entre ellos dos. Casi poseían el Congreso.
El tío Frank me recordaba que me reuniría con San Pedro si no cooperaba y seguía las normas al pie de la letra. Me hablaba de San Pedro en las puertas del cielo y explicaba por qué yo iría - que era porque había tenido que matarme porque yo me había pasado de la raya. Esto era a finales de los años 60 y principios de los 70, antes de que nacieran mis hijos. Una vez habían nacido estos hombres utilizaban las amenazas relacionándolas con mis hijos para aterrorizarme. Bob pasaba su brazo alrededor del cuello del tío Frank, le hacía un guiño y decía: "Cuida de ella Frank". Entonces era cuando yo sabía que me había pasado de la raya de nuevo y quedaba aterrada, esperando ansiosa la anticipación de mi castigo. Frank me golpeaba una y otra vez, a veces, hasta que las mejillas me escocían y me quemaban como si estuvieran ardiendo. Entonces él echaba la cabeza hacia atrás y se reía. Evidentemente era muy sádico.

A veces Bob volaba en avión sólo para tener un breve encuentro con Frank. A veces yo volaba con él para hacer un rapidito.

En el Hotel Landmark en Las Vegas me filmaban haciendo pornografía brutal durante mi adolescencia y comienzos de los 20 (1968-74). Utilizaban disfraces y juguetes sexuales, y tocaban temas del porno que a menudo eran violentos. A veces asesinaban a gente en el porno. A mí no me mataron porque yo era un activo programado y tenían planes de largo alcance para mí.

El tío Frank podría haber hecho que me mataran si hubiera querido. Tenía amigos que mataban a la gente de forma rápida y limpia. Me mostró lo que sus amigos podían hacer y me vi obligada a ver cómo torturaban y mataban a gente. Entonces supe que podían hacerme desvanecer (snuffed) en cualquier momento y que todos, incluyendo a Bob, sabían lo que yo hacía. No podía comprender que no había nada de misterioso, por alguna milagrosa razón sabían exactamente dónde estaba, en esencia, ¡ellos sabían porque se me había enviado allí! En mi realidad programada creía que mis controladores mágicamente conocían todo lo que yo hacía.

El tío Frank cantaba la siguiente canción para que yo la escuchara, las palabras que escribiré, así como mi memoria me sirven:
"¿Hay alguien aquí que haya visto a mi viejo amigo John? ¿Me puedes decir a dónde se ha ido? Conoces a un montón de gente, pero parece como si los buenos murieran jóvenes, sólo miras a tu alrededor y ya se han ido.

¿Hay alguien aquí que haya visto a mi viejo amigo Martin? ¿Me puedes decir a dónde se ha ido? Te encuentras con un montón de gente, pero parece como si los buenos murieran jóvenes, sólo miras a tu alrededor y ya se han ido.

¿Hay alguien aquí que haya visto a mi viejo amigo Bobby? ¿Me puedes decir a dónde se ha ido? Te encuentras con un montón de gente, pero parece como si los buenos murieran jóvenes, sólo miras a tu alrededor y ya se han ido".

Mientras escuchaba, atada a una silla, el tío Frank se sentaba y se tocaba el pie y cuando se acababa la canción, me preguntaba: "¿Lo entiendes?" Entonces me golpeaba una y otra vez. Decía que los hermanos Kennedy habían recibido lo que merecían por estúpidos y pasarse de la raya. Decía: "En cualquier momento tú puedes ser la próxima si te pones estúpida conmigo". Todavía siento ganas de llorar cuando escucho esta canción.

Tahoe estaba conectado con la mafia, y también muchos artistas que actuaban en Las Vegas y Tahoe / Reno eran utilizados por la mafia. Creo que Helen Reddy y Karen Carpenter podían haber sido manipulados también. Yo había sido programada con algunas de las canciones de Karen Carpenter y me sentí muy triste cuando murió, al igual que cuando la conocí. Creo que ella también estaba bajo control mental. Bob suministraba a la mafia negocios ilegales y el acceso a sus conexiones políticas, y ellos le proporcionaban protección y conexiones en todo el mundo. Formaban una red, y estaban relacionados entre sí por todas partes. Había algunos favoritos en Las Vegas que Bob compartió conmigo.
Jimmy el griego era un mafioso muy aterrador para mí. Amenazaba con matarme incluso si miraba donde no debía. Cambiaba constantemente de opinión sobre lo que quería y era difícil complacerlo o conseguir lo que ordenaba. Me decía que hiciera algo y después cambiaba de opinión, pero se olvidaba de decírmelo. Me tiraba al suelo por no haber hecho lo que él me había dicho. Estableció conexiones en Las Vegas y estaba a cargo de mandarme a personas específicas, pero siempre "quería algo" antes de enviarme a tener relaciones sexuales con otra persona. Recuerdo visualmente su imagen en mi mente como un mafioso de piel oscura, y hablaba con aquel "tipo de acento de la mafia" - una rota jerga del inglés. Al hablar hacía diferentes "tipos" de entonaciones y yo no siempre sabía lo que significaban. Me daba un mensaje para Bob e incluía una frase sobre una "cola de burro" o "orejas de elefante" y, en ese momento, yo no sabía qué significaba el mensaje. Ahora que estoy libre de control mental, por supuesto que puedo decir cuál era la naturaleza de los mensajes que estaban siendo enviados a través de mí, y eso, obviamente, hacía referencia a los partidos políticos. Llevaba un anillo con un diamante rosado en la mano izquierda. Creo que llevar anillos con diamantes en el dedo meñique de la mano izquierda quería decir algo, porque mi padre también llevaba el anillo del diamante rosado cada vez que me llevaba a Las Vegas.
Jimmy el griego me enviaba con frecuencia a Las Vegas y me conseguía gente cuando iba para ser prostituida. Por supuesto, el Consejo me había programado previamente para ser utilizada por la gente con la que me llevaba Jimmy el griego. No sé como todos sabían que yo estaría con ellos, pero Bob Hope, Henry Kissinger y el Consejo siempre lo decidían de antemano. Quizás Jimmy trabajaba para ellos en Las Vegas.
Durante finales de los años 60 y los 70, muchos de los grandes nombres estaban en Las Vegas y me prostituían con ellos por la noche. Elvis, Sammy Davis Jr., Ed McMahon, Johnny Carson, Jimmy Dean, y otros. Mi padre me llevaba a Las Vegas hasta que tuve más de veintiún años, después de eso, mi marido y yo íbamos sin mis padres. Craig me llevaba a la habitación después de ir a una cena con espectáculo y me decía que volvería más tarde, que se iba a jugar. Muchas veces oraba para qué mi marido que no me dejara, pero él hacía como si yo estuviera exagerando y me dejaba de todas formas. Poco después de marcharse él, los hombres trajeados venían a buscarme, y me llevaban a cumplir con nuestros controladores.


MÁS INFORMACIÓN SOBRE ELVIS... ÉL TAMBIÉN ERA UN ROBOT

La mafia y otros se habían apoderado de Elvis Presley. El tío Frank me enviaba a hacerle "favores" a Elvis. Tenía instrucciones de tener sexo con él y decirle cosas que querían que él supiera o dijera en un show o en una canción o cosas que hiciera. Si no hacía lo que le habían dicho, la amenazaban o le torturaban o a "su vieja señora", como él la llamaba. Yo no sabía quién era ella, ni podía pensar. Ellos gobernaban sobre Elvis y me enviaban antes de sus shows para indicarle qué debía decir o hacer durante su próxima actuación. Normalmente estaba tan fuera de sí debido a las drogas que no podía "hacer el asunto sexual", como él lo llamaba, por lo que yo le decía lo que tenía que decir o cualquier mensaje que él tuviera que entregar a la audiencia. Después de esto, Elvis se desmayaba sobre la cama, sudando. Era guapo, incluso cuando estaba así, hasta que comenzó a ganar peso. Después tenía una pinta muy patética.

Me utilizaron con Elvis hasta que murió. La última vez que me enviaron para estar con él estaba casi inconsciente. No sé que le habían hecho, pero lo utilizaban y después tuvieron miedo de que se "rompiera" y esparciera lo que sabía por eso lo mantuvieron drogado hasta que no le pudieron utilizar más con seguridad y luego se "murió". Por supuesto que ni fue un accidente ni una muerte natural, recibió un montón de ayuda de sus controladores.

Elvis era duramente atacado por estos hombres. Cuando me daban los mensajes que debía entregar a Elvis o a otros, me inyectaban algo de droga en el brazo y entonces antes de ser programada, rápidamente cuchicheaban el mensaje en mis archivos mentales y me enviaban a entregarlos a Elvis. Entonces Elvis usaba las frases que se le habían dicho al presentar sus canciones o al cabo de unos días se podían haber convertido en parte de la letra de las nuevas de canciones. Sólo había una frase clave para mantener a los individuos programados, cuando más tarde escuchaban la presentación o la canción, bajo control. Entonces, muchos esclavos quedaban "atraídos por él", o hacían cosas como resultado de los efectos de los armónicos de su voz, de su música y de la orquestación. Pero en los conciertos los mensajes a menudo se entregaban directamente a través de las palabras que usaba para presentar sus canciones. Él no era diferente de Michael Jackson, a quien reemplazó en muchos aspectos. En mi opinión, ambos estaban controlados.
A menudo mis controladores me daban la llave de su habitación y me enviaban allí a altas horas de la noche con un mensaje para entregarle después de tener sexo con "El Rey". Al principio, cuando yo tenía 18, 19 y 20 años, él era más receptivo y teníamos sexo, generalmente yo me ponía sobre él la mayoría de las veces y luego le susurraba el mensaje al oído. A veces le entregaba los mensajes en forma de letras de sus propias canciones, pero no estaban todas las palabras así que podían tener un significado diferente. Como por ejemplo, "Los hombres sabios hablan, sólo los tontos se apresuran", y entonces había palabras, números o códigos que yo le entregaba y que ni siquiera yo entendía. Se le decían ciertas " líneas" que tenía que decir entre ciertas canciones y creo que podría haber estado manteniendo muchas mujeres "en línea" y programadas para estas frases. Cuando él dejaba caer los mensajes entre las canciones, previamente instruidos, los mensajes arraigaban profundamente en la mente subconsciente de los asistentes, especialmente en la de aquellas personas que estaban programadas para reaccionar a las palabras universales que son comunes a casi todos los individuos programados alto nivel. Son palabras sencillas que cuando se ponen en una cierta secuencia tienen un gran impacto en las personas que han sido previamente acondicionadas con programación.

En sus últimos años, cuando yo apenas tenía veinte años, Elvis estaba más y más "fuera de sí" cuando yo iba a su habitación. Siempre estaba solo cuando yo llegaba, lo que me sorprendía. Normalmente ya estaba en la cama durmiendo y yo tenía la llave para entrar y él ni siquiera se sentaba o parecía sorprendido de que yo estuviera. Estaba totalmente fuera de sí mismo debido a la adicción a las drogas y al alcohol. Elvis tenía un montón de frascos de pastillas en la mesita de noche y estando aturdido decía que las necesitaba todas. A veces estaba incluso apático y era incapaz de tener una erección, y cualquier intento de hacer sexo era inútil. Así que no siempre podía hacer mi trabajo como se me había indicado, pero le daba los mensajes verbales y luego me escurría hacia fuera, siempre "dejando atrás la llave con los recuerdos", como dictaba mi programación.

Desde mi experiencia creo que Elvis era un títere, un peón, y al final, alguien totalmente dirigido y, en definitiva, alguien utilizado por los hombres que lo tenían controlado.

Según mi experiencia las imágenes que representaba en el escenario no tenían nada que ver con su vida privada. Para demostrarlo, compartiré lo que he recordado, sin embargo, antes de hacerlo, os diré que recuperar esos recuerdos fue muy incómodo sensorialmente, debido a la integridad de la parte olfativa de la memoria. Comprenderéis esto leyéndolo más adelante.

Era tarde de noche, cuando entré en la habitación de Elvis. Estaba tumbado en la cama, adornado aún con las joyas de oro y el vestido blanco que llevaba en los conciertos. Vi cómo se terminaba la cena del servicio de habitaciones y luego esperé mientras él vomitaba en el baño. Estaba muy enfadado consigo mismo porque estaba tan gordo y me dijo que tenía que bajar de peso para los espectáculos. Creo que se provocaba el vómito. Todo lo que realmente sé es que le oía vomitar en el baño y cuando volvió a la cama, olía a vómito. No pasó mucho tiempo antes de que se levantara de nuevo y yo le seguí cuando volvió a entrar en el cuarto de baño. Lloraba mientras permanecía frente al espejo, y golpeaba el estante con las dos manos, gritando: "¡Odio mi vida! Todo está fuera de control y ahora tú quieres que yo te f --- e y ¡no puedo! ¡Estoy arruinado! ¡soy un fracaso!"
Le puse la mano en la espalda dándole apoyo y detrás del cuello. Al oírme, dejó caer la cabeza aún más sobre el fregadero y clamó: "Dios, soy un desastre. No sé que ha pasado, simplemente, de repente, estoy destruido". Entonces gritó: "¿Qué va mal? ¿Qué me hace ir mal?" Y comenzó a tirarse de los pelos. Le detuve. Cuando se giró le di un abrazo y siguió llorando y llorando y casi cayó en mis brazos. Lo llevé a la cama y le ayudé a tumbarse. Estaba tumbado de lado en la cama, pero no pude conseguir enderezarlo que era lo que estaba programado, me acosté a su lado y le froté el pecho. Tenía la camisa abierta y el pecho muy peludo me gustaba, pero se desmayó. Tenía la boca abierta y respiraba pero estaba totalmente fuera de sí. Lo tapé con la colcha y salí de puntillas de la habitación.

Mi padre estaba en la puerta, justo al final del pasillo. Llevaba un traje de color beige y cuando hizo chasquear los dedos, con la mano donde llevaba el anillo del diamante rosado, escuché atentamente todas las instrucciones que me mandó y me dijo que lo siguiera. Me guió escaleras abajo hasta mi habitación con Craig, desbloqueó y abrió la puerta y esperó a que yo entrara antes de golpearme fuertemente en la espalda con una pistola eléctrica. Me desplomé en el suelo y él cerró la puerta. Casi me da con la puerta. Me quedé allí un rato y después cuando "volví" (así es como lo llaman ellos), me arrastré hasta el baño y conseguí entrar en la bañera. El agua suave me reavivó, pero me sentí muy enferma, drogada y fuera de mí. Tenía problemas para mantener los ojos abiertos, pero conseguí salir de la bañera, secarme y ponerme un camisón blanco para ir a la cama. Poco a poco y oscilante, temblando me dirigí a la cama y me puse al lado de Craig. Me encontré muy mal los próximos dos días y tuve problemas para comer. Me sentía agotada y tenía muchas náuseas, pero no tenía forma de acceder a mi propio cerebro para saber el por qué.
Más allá de un rato Elvis no podía funcionar mucho tiempo más. Henry y sus amigos se reían y decían que Elvis era como el hombre de hojalata, totalmente oxidado y listo para el desguace. Esperaron a que se convirtiera en una seria disfunción por la creciente cantidad de medicamentos prescritos por sus médicos. Después "detuvieron su corazón para que no tuviera que sufrir más". Creo que Frank y sus amigos estaban en el "asunto".


INTERPRETANDO RICITOS DE ORO Y LOS TRES OSOS

Bob lo llamaba "Interpretando Ricitos de oro y los tres osos". Y me hacía jugar a este juego con él y sus amigos en Las Vegas y otros lugares. Algunas noches en Las Vegas, jugábamos a Goldilocks buscando una buena cama con Dean Martin, Gene Kelly, Mickey Rooney (hasta que nació Kelly). Mickey Rooney era, entre otras cosas, un pedófilo, y tenía miedo de ser descubierto públicamente con un niño, pero se sentía seguro teniendo un hijo de esclavos. Pensaba que no sería capturado.

A Gene Kelly le gustaba bailarme el old soft-shoe. Siempre olía a otro tipo de extraña colonia como Au de Bamboo. Era picante, llevaba una bata de seda y se ponía a bailar como si estuviera en alguna obra de teatro musical, antes de sentarse en el borde de la cama para que yo le asistiera. Le sacaba la bata, me arrodillaba y le hacía sexo oral mientras él se quedaba sentado. Al cabo de un rato le empujaba suavemente hacia encima de la cama con las instrucciones "tiéndete para que puedas relajarte totalmente y disfruta. Estas son mis órdenes para ti". Y cuando se corría en mi boca, me lo tragaba como si fuera un helado, ya que mi programación decía, "bueno hasta la última gota", y finalmente le miraba profundamente a los ojos y decía: "Has sido delicioso".

Casi dormido, decía: "Gracias, por favor vete tú sola". Así que lo hacía. Pero como no sabía a dónde ir, sólo me sentaba en lo alto de la gran escalera que llevaba a abajo.

Mi madre me venía a buscar. Subía las escaleras vestida con una chaqueta de piel de color marrón claro y un vestido de punto beige con sandalias de tacones altos y me cogía de la mano y me llevaba escaleras abajo. Cuando ya estábamos fuera me llevaba casi como si fuera ciega. Recuerdo oír el tintineo de su pulsera. A menudo se metía mi brazo izquierdo bajo el suyo y "me acompañaba a los lugares". Una noche, Frank Sinatra la interceptó en un ascensor mientras me llevaba caminando de vuelta a la habitación, y la maltrató delante de mí, para demostrarnos a las dos quien mandaba. Debido al control mental, mi madre no recuerda esta o cualquier otra de las experiencias traumáticas que le hicieron para mantenernos a todos bajo control.


MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA MAFIA

Alguna de las facciones de la mafia que estaba conectada con los Kennedy también lo estaba con el presidente Nixon, Reagan y otros presidentes. Obviamente esta facción había terminado conectando con políticos nacionales mucho antes de que yo llegara a escena y ya estaba cerrada, haciendo funcionar un montón de negocios a través del gobierno y aprovechando al máximo los conocimientos políticos, la perspectiva y la posición. Lo sé porque llevé mensajes de la mafia a los presidentes de Estados Unidos y viceversa durante años.

Key Biscayne era otra ubicación en la que yo estaba conectada con la mafia y de la que decían que no había manera de salirse - o eso me dijeron. Había un tipo al que ellos llamaban "Freddie" y otros mafiosos que estaban conectados políticamente. Bebe Rebozo estaba conectado con la mafia y con Nixon y era del dominio público, pero no como un contacto de la mafia sino como un integrante de la mafia. Era casi como si Bebe fuera un embajador de la mafia.

Los mafiosos me asustaban, porque la mayoría conseguían lo que querían, todo lo que querían y, a menudo, esto significaba hacerme daño para obtener información. Una vez me apretaron los dedos hasta el punto de casi rompérmelos. Ni quería ni podía responder por lo que siguieron aumentando la tortura. Hubo veces en que casi me mataron tratando de obtener la información que llevaba. En general, no tienen los conocimientos técnicos de mis códigos, claves y los factores desencadenantes y no poseían la sofisticación tecnológica de entender mi programación. Por lo tanto, no podían obtener tanto de mí como otros que sabían que yo era un robot y podían acceder a mi de esta manera.

Una vez, cuando la mafia me interrogaba me ataron a una silla y un tipo me dio una bofetada mientras que otro hombre con una chaqueta de cuero me hacía preguntas. Oí decirle: "Estos hijos de puta están vendiendo a sus propias mujeres. ¿Hasta donde sois capaces de rebajaros?" Fueron incidentes como éste, los que me mostraron que al menos alguien, aunque fuera de la mafia, tenía algún tipo de humanidad hacia sus socios.

Una vez, los mafiosos me clavaron una aguja en el ojo para intentar hacerme hablar, pero no sirvió de nada. La aguja debería tocar un nervio y todo mi cuerpo se sacudió de golpe. No podían entender cómo una mujer podía soportar tanto la tortura y comenzaron a 'respetarme'. Ellos simplemente no entendían que yo no era tan valiente, no podía responder debido a los años de condicionamiento y programación sofisticada que me dejaron completamente disociada y sin control de mí misma. Cuando me di cuenta de eso ya me habían torturado casi hasta la muerte. Yo era un robot totalmente programado para no responder ante el dolor o la tortura, y hubo muchas reuniones conectadas con la mafia en las que participé en Las Vegas, Tahoe, Reno, Key Biscayne y otros lugares. En el momento en que entendieron más sobre cómo obtener información de mí, mis rutas de acceso o códigos terminaron consiguiendo pasarlos. Mi marido sólo se quedaba a un lado y les dejaba que me hicieran, tal como él estaba programado para hacer. Nunca hubo nadie que me protegiera. Mi participación con la mafia comenzó en mi adolescencia y continuó durante años.

A veces, antes de hacerme entrar en una habitación en Las Vegas me acusaban de "llevar un micrófono" pero yo no llevaba ninguno. Ellos me desnudaban para comprobarlo y algunos matones acababan violándome. No entendían sin embargo, el nivel sofisticado de programación que me permitía grabar todo lo que escuchaba, a través de los archivos mentales y la memoria fotográfica. Más tarde, mis programadores me inculcaron mensajes destinados a "expulsarlos" cuando la mafia accedía a mi. Después, cuando volvía, me activaban para entregarles un mensaje a ellos y ellos se quedaban muy sorprendidos cuando les entregaba el mensaje. La mafia pensaba a menudo que yo trataba de llegar a algunos de los ricos magnates que estaban sentados en las mesas de Baccarat. Normalmente me enviaban para encontrarme allí con alguien, pero yo no sabía ni quién ni por qué. Parecía como si no supieran nunca que yo no siempre operaba según mi propia agenda. Lo que tenían que ofrecer al grupo en que yo estaba trabajando era mínimo. El Consejo hacía apuestas más altas y la mayoría de veces, veían a estos mafiosos como abejas obreras. Pero todos tenían su lugar en la jerarquía. Con los años fui conocida en Las Vegas para la mafia de allí. Algunos mafiosos estaban conectados con Bob Hope en Palm Springs y otras a Dean Martin y Frank Sinatra. Yo solía tener miedo de que mataran a mis hijos o a mí, pero nunca dejaré de hacer lo que sé que es correcto, ahora que ya no estoy bajo control mental. De una manera u otra conocían a todos y controlaban las facciones de los negocios, la política y la gente. Mickey Levinson, decía que yo ahora, era de la "familia", después de que mi hermano Rick y su primera esposa Leslie (sobrina de Mickey) habían casado.

"Tener miedo es tener más fe en el mal que en Dios". - Emmet Fox






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