GRACIAS POR LOS RECUERDOS / Capítulo Trece: Bob Hope "Déjame que te distraiga"

Bob Hope me implicó con muchos famosos. Sus fiestas se llenaban de estrellas, estaban llenas de glamurosos, famosos, ricos. Si no tenían un título o talento no podían incorporarse a su círculo de "gente exclusiva".

Zaza Gabor a menudo estaba presente. Lucille Ball también era amiga suya. A menudo estaba borracha. También estuvieron presentes Peter Finch, Alan Arkin, Dezi Arnaz, Bernadette Peters, Suzanne Sommers - por nombrar algunos. Bob rara vez bebía a sus propias fiestas. Quizás lo que quería era mantener el control.

Una noche en una fiesta, los árboles de fuera comenzaron a moverse debido a la corriente de aire descendente de un helicóptero. Las luces desde el suelo iluminaban el helicóptero y el espectáculo que vino a continuación. Fue un espectáculo extraordinario. Los invitados jadeaban, "Oooh, ahhh," al ver mujeres bonitas cayendo, atadas con fijaciones, hacia abajo a la fiesta, llevando trajes brillantes muy diminutos, minuciosos, que habían sido diseñados con el objetivo de brillar radiantes con las luces.

A Bob le gustaba la fanfarria. Algunas mujeres sólo llevaban purpurina en escasos lugares del cuerpo. A la "élite", como a menudo se les llamaba, se les animaba a elegir a una chica, cualquier chica que desearan para que les 'favoreciera personalmente la fiesta' y disfrutar de ella a su antojo. Chicas con delantales diminutos, pero sin nada más, es decir desnudas, servían champán y bombones en bandejas de plata. Si un hombre la deseaba a ella, además de los dulces o bebidas, ella obedecía. Cada deseo, cada capricho era satisfecho. Estas chicas eran totalmente sumisas.

A veces, había niños. Después de tener hijos, a veces incluso mi hija Kelly estaba para ser utilizada. A los niños los tenían reservados en un cuarto trasero para los hombres con preferencias sexuales 'alternativas'. Desde una edad muy temprana mi hija estaba bien entrenada sexualmente, al igual que los otros niños. Todo era muy malo, pero los contactos de Bob pagaban - con favores o conexiones. Bob no necesitaba dinero, pero las conexiones siempre eran muy útiles.

En muchas de las fiestas de Bob no había reglas, ni restricciones, ni límites. El sexo estaba permitido en cualquier momento y en cualquier lugar. Para participar sólo se exigía un juramento de secreto. Y muchos participaban.

Bob se encargaba de mí en aquellos tiempos, pero yo también tenía una agenda alternativa según lo mandaba el Consejo. A menudo era pre-programada para llegar a ciertos individuos clave en los que querían influir en aquellas fiestas. Algunos pasaban la noche en casa de Bob si estaban demasiado cansados para volver a su casa.

Senadores estadounidenses como Alan Cranston, gobernadores, diputados, personalidades, incluso embajadores y dignatarios extranjeros, estuvieron presentes en diferentes momentos. Los militares, también. A la gente se la invitaba si tenían algo que ofrecer a Bob o a "la causa"... el Nuevo Orden Mundial.
Reagan a veces asistía a las fiestas de Hope. También lo hacía Nancy.

Cuando las fiestas habían terminado, a Bob le gustaba que me sentara en su regazo y le diera de comer su marca preferida de dulces los See, y después lo que él llamaba su pedazo de culo preferido". Siempre reía cuando decía: "Tú me alimentas y yo te cebo". Pero yo nunca llegué a comer dulces, sólo se los comía él.

A Bob le gustaba que le sacara el reloj (por el programa) mientras estaba sentada en su regazo y lo pusiera con cuidado sobre la mesa al lado de la silla. Le encantaba cuando yo hacía el tonto y reía y me burlaba de él, pero no le gustaba que tuviera esta actitud en la cama. Bob siempre me pedía que hiciera las cosas bien la primera vez. Decía: "No habrá una segunda vez... que tú recuerdes", y levantaba el Taser (pistola aturdidora). Algunas noches se burlaba de mí y decía que en realidad era un exterminador de insectos, pero luego me disparaba, y me dolía.

En la cama, se suponía que debía ser seria y apasionada, no tonta. Él decía: "Enséñame las plumas de la cola", y yo me quitaba las bragas y le daba la espalda. Luego él me cogía con las dos manos por las caderas para "examinar la mercancía", y darle un "sello de aprobación", que era un azote. A Bob le gustaba darme en las nalgas, no fuerte, sólo lo suficiente para activar mi programa de sexo.
A Bob le gustaba que me pusiera bonitos camisones con puntas o ropa erótica que él dejaba para mí. Y yo así lo hacía. Tenía un mayordomo que le llevaba las bebidas o lo que quisiera antes de ir a dormir - a menudo le gustaba un "ponche caliente". Si quería una bebida regular, se le tenía que servir yo de los decantadores de cristal que tenía en su habitación.

Bob a veces roncaba mientras dormía. Normalmente se me llevaban al día siguiente, a veces incluso antes de que Bob se despertara. El mayordomo o algún otro hombre trajeado me venía a buscar y me entregaba a la limusina que esperaba. A veces me llevaban a casa en avión, pero a menudo lo hacían en helicóptero. Me enviaban canciones sin fin a mi mente que sonaban en mi cabeza en los momentos oportunos para que lo 'recordara'. Cuando me llevaban a la zona de Palm Springs las letras de las canciones. "En el desierto no puedes recordar tu nombre..." me ayudaban a olvidar - hasta que recordé.


PORNOGRAFÍA, AL ESTILO HOLLYWOOD

De noche al atardecer, yo estaba programada para salir caminando de mi casa en Woodland Hills y bajar una manzana de casas más o menos hasta Royar Street, donde un sedán negro me recogía y me llevaba a los Universal Studios o a otros lugares, a trabajar para Bob en rodajes pornográficos. El sedán me llevaba a través de una valla de alambre y más allá de una cabina de seguridad donde el conductor tenía que detenerse para ser inspeccionado por el guardia a fin de obtener la autorización para el lote. Después me dejaban delante de un edificio de aspecto muy sencillo, con sólo una puerta. Había plataformas de madera para llegar hasta la puerta.

Bob a menudo observaba la pornografía mientras era filmada. Normalmente, filmaban de noche porque tenían "más libertad", como decía Bob. Los hombres en los estudios, llevaban camisetas y pantalones vaqueros, me vestían con todo tipo de piezas sexys y hacían que mi cuerpo mejorase con todo tipo de maquillaje. Una noche un hombre me dio una bonita y gruesa percha de madera y oro, de la que pendía un pequeño "picardías" hecho sólo de una serie de franjas verticales de cintas que creaban un efecto de transparencia. Bob me siguió hasta el vestuario mientras yo me ponía las medias negras, los ligueros y luego el "picardías". El "picardías" negro con cintas se me ceñía a la cintura, pero yo estaba desnuda debajo y se podía ver a través y entre todas las cintas. Me dieron instrucciones de presentarme y darme un bronceado antes de la filmación, y no se me permitía tener líneas de bronceado en la espalda o los hombros. Me pusieron maquillaje en los pechos así que aparecería bronceada por todas partes. El maquillaje que me pusieron en el cuerpo era realmente pesado, picaba y molestaba. El aceite era de un tipo menos picante, pero no quedaba tan bien, como el de tipo más seco. Había otro hombre que me peinaba, a menudo me hacía rizos o una cola de caballo lateral. Utilizaban herramientas para rizar el pelo y diseñaban todo tipo de creaciones en peinados. Yo sólo me quedaba allí sentada, mientras ellos elegían como debía aparecer, el cabello, las uñas, las uñas de los pies, el maquillaje y el vestuario. Y entonces, hacía lo que me decían que hiciera. Finalmente, me cubrían de joyas de la manera que ellos decidían. A veces las joyas que llevaba en el cuerpo estaban pegadas. Una vez me pegaron pequeños brillantes de pedrería por toda la piel y me filmaron con una especie de bikini blanco escaso de ropa. Los vestidos eran siempre diferentes, únicos y originales. Bob quería que yo fuera como Dorothy Lamour, pero yo no sabía quién era. Hablaba de muchas actrices viejas de las que yo nunca había oído hablar. Había luces y cámaras por todas partes por los pasillos, y detrás del escenario estaba lleno de todo tipo de disfraces en perchas. A Bob le gustaba la pornografía con plumas así que tenía un hombre trabajando conmigo en la actuación, con canciones y bailes. Bob decía que era "porno para los sofisticados, no sólo para los de vida-baja". Bob veía la pornografía como una forma de arte y entraba en un estado muy profundamente cariñoso, emocional mientras se filmaba. Cuando ellos acababan de filmar era cuando él más me deseaba.
Asignaron a otro hombre para "hacerme trabajar", entrenándome para la actuación. Este porno se filmaba totalmente al estilo de Hollywood, con brillo, diamantes, estilo, accesorios especiales e iluminación en el escenario. Normalmente yo cantaba previamente y Bob se aseguraba de que yo tuviera una cinta pre-grabada con mi voz para que yo pudiera cantar, pero sin preocuparme de subir el volumen mientras hacía las actuaciones de sexo. Todo el espectáculo estaba dirigido por otro hombre que le decía al actor porno masculino y a mí lo que teníamos que hacer. El ayudante escuchaba al director y trasladaba a los ayudantes por todas partes, mientras que los cámaras y los iluminadores se ponían de acuerdo. Hubo muchas diferentes cuestiones y muchas noches, mientras se rodaba pornografía. Una noche Bob mostró a Hugh Hefner parte de su porno en la habitación trasera en una de las fiestas de Bob. Yo estaba en la habitación, pero Bob actuaba como si yo no fuera real o realmente estuviera allí. Yo estaba.


LAS GIRAS DE LA USO (UNITED SERVICE ORGANIZATIONS)

Durante mi adolescencia y cuando apenas tenía 20 años me llevaron a bordo del portaaviones US Navy cuando Bob estaba haciendo un espectáculo en sus giras de la USO, que "entretenía a las tropas". Yo tenía varias personalidades que estaban especialmente capacitadas para cantar y bailar, y muchas personalidades que habían sido entrenadas por expertos para bailar y desnudarse. En general, Bob y yo éramos trasladados a una base y después en helicópteros el resto del viaje hasta la nave.

De gira con Bob había grandes bandas, con mucha música y luces. Banderas rojas, blancas, y azules decoraban el escenario donde actuábamos. A los marineros los ponían empaquetados juntos para ver el espectáculo.
Si estaban los medios de comunicación Bob controlaba totalmente lo que capturaban con las cámaras, los segmentos que podían ser filmados, y cuando se tenían que ir. Una vez, cuando salí al escenario, comenzaron a grabar mi actuación, y después del espectáculo Bob tuvo un ataque enorme (podía ser muy temperamental) y los amenazó con romperles los equipos allí mismo si no le daban la película. Le dieron la película. De esta manera Bob controlaba lo que se mostraba al público en general.

Los espectáculos se llevaban a cabo generalmente al aire libre. Maquilladores profesionales me maquillaban el cuerpo entero. Para un show, me pusieron un traje de 'marinero' blanco, sólo que no era como los uniformes estándar regulares que llevaban las mujeres de la marina de guerra. Era un vestido hecho especialmente, corto y extra femenino con un top de encaje y escote redondo. Yo llevaba unas bragas especiales de encaje blanco con pequeñas anclas. En un espectáculo canté Anclas lejanas y después Bob "¡bromeaba!"
Lo que los "chicos" no sabían era que Bob sabía cómo controlar sus emociones con ciertas palabras, frases y canciones específicas. Sabía cómo "iluminarlos", consiguiendo realmente "emocionarlos" y ponerlos nerviosos, y luego soltaba sugerencias, introducidos en los programas, que "los ayudaban con algunas actitudes no deseadas". Yo he oído al Consejo hacer bromas sobre los "rebaños" (las tropas) y la forma estúpida y fácil en que eran conducidos.

En los espectáculos donde yo estuve presente, normalmente primero cantaba, después venían los chistes de Bob, y luego otra canción y baile. Una vez hice un baile medio desnuda, nunca "sin nada" por "los chicos". Con el fin de proyectar una apariencia de "salubridad", sólo me dejaba los diminutos sujetadores y las bragas, y también me sacaba los talones, el vestido, las medias y los portaligas. Me hacían llevarlo por "el efecto" de quitármelo todo.

Después de los shows, a veces me llevaban al Almirante y / o los camarotes de los capitanes para "entretenerlos" mejor en la intimidad de su habitación. Estos oficiales mostraban actitudes creadas por años y años de ser honrados con medallas y cintas por el "servicio a la patria". El Consejo a menudo dejaba caer mensajes a los oficiales navales, a través de mí, posiblemente sin el conocimiento de los propios oficiales.

Nunca conocí mi ubicación exacta, no se me permitía saberla. Divertíamos a la Fuerza Aérea y también al Ejército, pero se me utilizaba más a menudo con la Armada.

Bob me llevó a un estudio de grabación en concreto en el sur de California para la grabación previa de las canciones que debía cantar antes de una actuación para "las tropas". En el estudio de grabación, llevaba unos auriculares que reproducían la música de la canción que había cantar para que yo pudiera afinar. Me gustó cantar y en los estudios podía hacer que mi voz sonara como la voz de alguien bueno, pero a Bob le gustaba que yo cantara dulcemente, susurrando, alto y sexy. A veces, al principio, él se sentaba fuera de la sala de grabación, donde podía oír la música y escucharme, y así podíamos hacerlo bien.

Una vez me programaron para cantar el himno nacional, de una manera muy sexy para las tropas. Cuando llegó el momento de cantar en directo, hicieron sonar la cinta y yo empecé a cantar, porque era difícil de cantar y bailar al mismo tiempo y mantener una buena calidad de voz. De esta manera, me podía concentrar por completo en el baile, divisiones y todo, sin preocuparme de la canción. (Os podéis imaginar mi sorpresa cuando empecé la curación y la integración de las diferentes personalidades y descubrí ¡que podía hacer los desdoblamientos! Nunca supe conscientemente que podía hacerlo.)
Me pareció que las luces que brillaban sobre nosotros mientras actuábamos eran cegadoras. Bob me enseñó a no mirarlas, sino a mirar más allá para que no me molestaran tanto.

En otra ocasión cuando fui con Bob a entretener a las tropas, me envolvieron en una bandera estadounidense. Llevaba un pequeño bikini brillante, rojo, blanco, y azul de encaje y brillantes tacones altos rojos. Dos soldados, con botas y uniformes verdes del ejército me sostenían, uno me agarraba de los pies y el otro me sostenía por los hombros. A medida que me giraban, la bandera se iba desplegando y poco a poco me fueron desplegando bajo las brillantes luces y delante de un montón de soldados gritando, silbando y aplaudiendo. Además del entretenimiento, esto era parte de mi 'programación de giro'. Bob tenía el micrófono y estaba contando chistes, pero se detuvo cuando me desenrollaron. Me señalaba a mí mientras los tambores redoblaban. Cuando quedé desplegada, hicieron sonar The Stripper y yo empecé a bailar mientras todos los chicos aplaudían.

Para otros shows, llevaba un penacho de plumas en el culo que me subía por la espalda. Los vestidos eran siempre diferentes. Rodé por el suelo, me desdoblé y "solté", como se me había mandado, para los chicos. A veces cantaba, a veces bailaba, y a veces para audiencias privadas más pequeñas, me desnudaba completamente. Y había veces que estaba allí sólo para bailar seductoramente para el placer personal y privado de Bob al atardecer por la noche.

Después del espectáculo, un hombre me daba una descarga en la frente con una pistola paralizante. Me desplomaba completamente en sus brazos y él me cogía y me acostaba hasta que era la hora de irse. La sensación física que experimentaba era la de una candente descarga eléctrica, y luego sentía mucho, mucho frío. Esta era la reacción del electrochoque. El hombre que me daba la descarga eléctrica también me programaba. Antes y después de la descarga, decía : "Estás gorda y eres fea y nadie podría nunca sentirse atraído por ti". Como decían las órdenes, me hacía creer que yo era gorda y fea y que nunca creería que era lo suficientemente atractiva como para actuar en un escenario, debía comenzar a recordar. Ellos me daban electrochoques en la frente, en la base del cráneo o en la espalda o los muslos. Por alguna razón, en esta ocasión, Bob rió justo antes de la descarga. Tenía salidas de matón pero pocas veces.

A menudo me encontraba en muy mal estado cuando nos íbamos en helicóptero y Bob se reía y daba excusas por mi apatía, diciendo cosas como: "Ah, no te preocupes por ella, sólo ha bebido demasiado". La verdad era que ni siquiera se me permitía beber, ni que fuera agua. Mis reacciones físicas eran todas debidas a las secuelas del electrochoque con la intención de borrarme la memoria.

En otro espectáculo me llevaron para que estuviera con los chicos del Ejército. Bob llevaba un uniforme del Ejército, al igual que los soldados, y hacía bromas sobre ser como "uno más de ellos" con su uniforme. A ellos les encantaba y le vitoreaban. Bob podía salir diciéndoles cualquier cosa y ellos se reían.
Cuando me presentó, dijo, "¡Mirad a esta pequeña sacudiendo su pluma de la cola!" Salí con un sujetador brillante y un tanga con las plumas de la cola detrás. Bailé mientras llevaba un juego de plumas púrpura en las manos y me las ponía sobre los pechos y luego me giraba y las sostenía sobre el culo.

Cuando ya estaba terminando mi actuación, me dieron instrucciones de repartir todo, pero dejando para el final las plumas para los soldados de la audiencia y luego darles la espalda, con las piernas muy separadas, girar la cabeza y decir: "¡Lo siento chicos, tengo que dejar algo para mantenerme caliente!"
Me sentía como si hubiera estado en un montón de bases navales de Estados Unidos en algún momento u otro. A veces para entretener "a los chicos" con Bob, pero más a menudo para la programación. La programación en estas bases era tortuosa. Me colgaban boca abajo en tanques llenos de agua o gases. También tenían sillas con respaldos rectos y con brazos, con cintas que se ajustaban firmemente alrededor de la frente, las muñecas y los tobillos. También utilizaban electrochoques y luces y equipos de sonido, junto con los alimentos y la falta de sueño. Estuve sujetada a un montón de equipos y máquinas de alta tecnología. Yo no tenía ni idea de lo que hacían en realidad estas máquinas o por qué mis controladores me estaban torturando con ellas.


PEGADA A BOB

Bob me llevaba con él a muchos lugares cuando yo tenía de 16 a 21 (1967 a 1972). Donde sea que estábamos, o yo estaba con él, yo normalmente llegaba en la limusina plateada. Yo tenía que esperar en la parte trasera y nadie desde el exterior podía decir que yo estaba. Estaba acostumbrada a hacer sexo oral a cualquiera que se me indicara, y en limusinas y lugares públicos esto significaba tragármelo. Como resultado enfermaba algunos días en que había un montón de hombres "para hacer".

A veces la limusina estaba llena de amigos de Bob y yo tenía que estar esperando detrás después de un estreno, de una gala o de una presentación, etc. Bob llevaba a sus amigos "de viaje", y ellos tenían que "probar sus delicias" es lo que decía a sus amigos. Una noche, en un evento de Hollywood que tenía lugar frente al Teatro Chino Grom, Elizabeth Taylor al pasar miró con curiosidad a Bob mientras él se paraba delante de la entrada de la limusina donde yo estaba "aparcada". Ella le preguntó quién era yo. Entonces ella se burló de él, diciendo: "¿No podías al menos haber conseguido una que no pareciera una criatura? ¡Ni siquiera tiene tetas!" No parecía que se llevaran muy bien.

Mi programación me hacía sentir pegada a Bob Hope. Casi era como estar casada o sentirme cómoda estando con él, como si fuera una segunda naturaleza estar con él. Estaba programada para saber qué le gustaba, así que podía complacerlo fácilmente. Le gustaba encontrarme en la bañera llena de burbujas, riendo y feliz y a punto para él. Le gustaba que le sacara los zapatos, le frotara los pies (malolientes), subiera por las piernas, le sacara los pantalones y le hiciera sexo oral, pero deteniéndome justo antes de su orgasmo y esperando un tiempo antes de continuar. Siguiendo las órdenes del programa, me sentaba en su regazo, le besaba y le decía lo guapo que era, mientras él estaba sentado en su habitación en su silla con alas preferida. Tenía un taburete donde yo estaba sentada para hacerle friegas en los pies.
Bob, en realidad, no siempre quería sexo, pero siempre le gustaba que le recordasen hablando de cosas sexuales o lo joven que yo era. Él amaba a las mujeres jóvenes y yo sólo era eso, y siempre era joven porque él era más viejo que los cerros! Era mayor que mi padre. Podía haber sido mi abuelo, con casi una diferencia de edad de 50 años entre nosotros. Yo había sido entrenada toda mi vida para agradar a los hombres mayores. Sabía exactamente cómo tratarlos, de una manera más sencilla, y hacer que se sintieran bien, psicológicamente y, por supuesto, físicamente. Bob sexualmente me deseó mientras tenía entre 16 a 20 años más o menos, después dejó de tener sexo conmigo, casi era como una conveniencia para él. Cuando me casé, su deseo sexual pareció cambiar. Durante mis años de adolescencia me llevaba con los amigos, en fiestas, en clubes, y presumía con cualquiera de quién era él, de que aún tenía "substancia juvenil".
No recuerdo haber participado nunca en ningún trauma satánico con Bob. Pero él lo debía conocer y le debió gustar lo que había creado desde mis años de infancia. Él estaba por encima de las trampas del satanismo, como la mayoría de los altos mandos. Ellos consideraban a la gente que practicaba el satanismo de nivel bajo, pero había que hacer el trabajo (el control mental basado en el trauma) y lo racionalizaban diciendo, "mira qué buen resultado ha dado en ella".


LAS FIESTAS DE BOB

Yo tenía un montón de personalidades de chica de fiesta programadas por Bob. Bob gastó una gran cantidad de tiempo conmigo cuando era adolescente, hasta que me casé. Las personalidades dedicadas y devotas de Bob eran inteligentes y estaban programadas con bromas tontas de su compañía. A Bob le gustaba que yo estuviera al comienzo de las fiestas, para que sirviera cócteles, champán, canapés, etc. los huéspedes. Entonces Bob me hacía entretenerlos vestida con diminutos trajes que él me facilitaba, como unos leotardos rojos, con unas mallas alrededor de las muñecas, unas medias de red rojas y talones rojos brillantes. Yo cantaba y bailaba y me desnudaba cuando era el momento oportuno. Una de las primeras veces que Bob me hizo comenzar la fiesta, dijo, "¡Has tomado el control de la habitación!" Parecía sorprendido.

Cuando me desnudaba delante de parejas, hacía un montón de técnicas de la misma "unión de pareja" que hacía con parejas en la intimidad de sus habitaciones. Estaba programada para decir algo sobre el marido a la mujer como: "¡Dios mío qué buen gusto que tiene con los hombres! Me gustaría poder encontrar uno como este". Y mientras lo decía, le enlazaba con un pañuelo de seda o plumas y lo acercaba tirando de él, normalmente hacia mi ombligo desnudo o hacia los pechos. O le decía al marido: "¡Te has ganado los encantos de una de las mujeres más bellas del mundo! Debes ser todo un hombre". Y seguía susurrando y susurrando, como si sólo fuera a ellos, y aún así tenía mirando a todos los de la habitación. En general, salvo que Bob me dijera que no era apropiado, yo finalmente me desnudaba y parecía desinhibir a todos y muy a menudo los invitaba si querían, a añadirse a mí. Normalmente, era como ver un grupo de niños pequeños cuando están haciendo algo malo. Todos se ponía de pie y comenzaba a desnudarse, quitándose la ropa y tirándola al suelo. Después iban a nadar desnudos o iban a una sala lateral para tener sexo. La gente más tarde le decía a Bob que la experiencia realmente había estimulado su sexualidad y que no habían tenido tan buen sexo en 20 años de matrimonio.

Otras noches llevaban juntos a diferentes tipos de gente, generalmente con relación de pareja y seleccionadas anteriormente para que pudieran congeniar. La mayoría de las parejas eran en general de gente mayor y los hombres eran hombres de negocios, políticos, banqueros, corredores de bolsa, artistas de cine y músicos, y otras personas que contaban para los intereses de Bob. Las listas de los invitados a las fiestas habían sido planeadas y coordinadas para que coincidieran y la red de gente que ellos necesitaban que se juntaran, o grupos con preferencias sexuales similares como gais, lesbianas, heterosexuales, o pedófilos, de modo que se sintieran libres para desinhibirse. Desgraciadamente, después de que esto ocurriera pertenecían a Bob.

A menudo, la gente llevaba drogas a las fiestas de Bob si querían. En algunas, las drogas y el alcohol corrían en gran cantidad, por lo general en platos etiquetados o en platos pequeños. Todos estaban marcados con pequeñas cintas identificadoras o pequeños signos, "para que la gente supiera lo que se estaban metiendo", decía Bob.

En algunas fiestas privadas, Bob me hacía actuar como si yo fuera su muñeco y me cargaba con la mayor parte del texto para no tener que pensar mucho o memorizar los chistes. A menudo me hacía decir el texto clave y así él podía recuperar fácilmente el hilo y contar un chiste. Me vestía con poca ropa y me ponía la mano en la espalda y hacía ver que me movía como si fuera un muñeco. Hacía este gag del muñeco con frecuencia o me hacía hacer el mimo con él o bien hacía el mimo yo sola. Cuando la gente estaba animada realmente les gustaba el gag del mimo, sobre todo si había luces estroboscópicas parpadeando.
Bob solía tener algunas auténticas criadas que ya eran mayores y que limpiaban y servían de verdad. Yo sólo tenía que hacerlo si era la forma en que (Henry, Bob, y el Consejo) habían planeado para acercarme a un objetivo. Por ejemplo, yo servía al objetivo champán con dos fresas dentro, y entonces le decía : "¿Me puedo comer tus... ( pausa )... oh... fresas?" Movía todo el cuerpo y sonreía o hacía una risita. A veces los hombres se ruborizaban pero normalmente sonreían y decían: "¡Vaya si!"
Como estaba programado debía emborracharlo y llevarlo de la mano a un dormitorio de al lado y decirle: "¿Puedo chuparte la ' ---- ' ahora?" Entonces actuaba como estaba programado. Para cubrirse las espaldas Bob me hacía decirle: "Por favor no le digas nada al señor Hope sobre esto". Pero otras veces Bob me decía que dijera "Bob quiere compartir contigo el placer que él obtiene de forma regular". Todo dependía del ángulo en que lo estaban usando de acuerdo con la información que habían recogido del hombre antes de la noche. Antes de salir de la habitación me habían dado instrucciones para mostrar al hombre el cuarto de baño contiguo con ducha y ofrecerle toallas peine desodorante secador etc. todo lo que pudiera necesitar para refrescarse y le decía que podía descansar dormir o ducharse. Si se trataba de un objetivo importante para el Consejo me quedaba con el hombre más tiempo a veces toda la noche y algunas veces me dieron instrucciones para alejarlo de la fiesta llevarlo a un lugar tranquilo donde sólo estuviéramos nosotros dos. Me lo llevaba donde me habían dicho - a un hotel al parque a la playa al restaurante a la discoteca etc. Si era un objetivo importante conseguía el tratamiento de la alfombra roja sino aún le quedaba el sexo. El príncipe Charles era del tipo alfombra roja a los políticos o a los pequeños hombres de negocios se les atendía menos.
En otras fiestas yo llevaba una bandeja de plata con una copa de champán y un tallo de cereza con una cereza me colgaba de la boca. Seductoramente yo diría "¿Le apetece una cereza señor?" Y luego me lo llevaba a otra habitación para tener relaciones sexuales. O me ponía una trufa de chocolate gourmet muy cara en la boca y le decía a un objetivo. "¿Quieres una de estas?" Y lenta y sensualmente me la metía y la sacaba fuera de la boca chupándola y lamiéndola y si me decía que sí me la ponía en los labios y le decía: "Vaya esta es la última quieres que la compartamos?" y si quería hacerlo me inclinaba y la compartía con él. Entonces yo le preguntaba si quería una segunda y si me decía que sí me lo llevaba a hacer sexo. Otras veces con un trozo de melocotón en la boca estaba programada para preguntar: "¿Quieres un melocotón de California?" Y luego se lo daba en el dormitorio.

Henry le marcaba a Bob las estrategias y a menudo trabajaban juntos para crear un guión para que yo lo dijera especialmente si se necesitaban chistes. Si era complejo o complicado entonces Henry me cargaba. A veces sin embargo para las fiestas de Bob Bob me cargaba las declaraciones para diferentes personas antes de que comenzara la fiesta. Tenía una lista de invitados a la fiesta y a menudo sus escritores proponían algo inteligente y divertido en los textos sobre la cuestión que Bob escogía. Recuerdo haberle oído haciendo venir a diferentes escritores para despacharlos si se retrasaban en la entrega de los guiones o si no quedaba contento con el material que se les había ocurrido.

El Consejo utilizaba conjuntamente a Bob y a Henry y fue capaz de conseguir grandes avances porque la gente a menudo no sabían que estaban conectados o que Bob y Henry eran elaboradas estrategias o estaban manipulados y mucho menos que estuvieran conectados al Consejo.


LAS CONEXIONES POLÍTICAS DE BOB

Bob estaba involucrado con políticos locales estatales nacionales e internacionales y tenía una red de "compañeros" por todo el mundo. Él "les rascaba la espalda" para recibir lo mismo a cambio. Dado que ejercía tanto poder político por su riqueza y conexiones la gente la escuchaba y a menudo hacían lo que les pedía. La mayoría de la gente estaba comprada. Tenía una red de personas (políticos jueces policías etc.) En el bolsillo de atrás y así permanecía protegido y a menudo funcionaba por encima de la ley. Parecía saberlo todo el mundo en todas partes donde fuimos y la gente parecía ansiosa por acercarse a él. Tenía el dinero para comprar lo que quisiera incluso esclavas sexuales programadas. Una vez me dijo "todo el mundo tiene su precio" y él normalmente lo encontraba. Pero no siempre era dinero lo que las personas buscaban a veces eran conexiones fama o sexo.

Cuando tenía 18 años funcionaba en gran medida con Bob Hope con el gobernador de California Ronald Reagan con el presidente Richard Nixon y con Henry Kissinger. Todos sabían que yo tenía lo que ellos llamaban "facultades ampliadas". Yo era utilizada a menudo como un intermediario entre Sacramento y la Casa Blanca - manteniendo fluida la información para las instrucciones que venían del Consejo. Eran los controladores de lo más alto. Así por ejemplo durante la época en que Reagan fue gobernador de California me llevaban en avión a su rancho para tener relaciones sexuales y enviarle mensajes. Después me trasladaban a la Casa Blanca para tener relaciones sexuales con Nixon y entregarle los mensajes del Consejo. El Consejo supervisaba todo esto. Ellos me interroga después de cada misión y me re - programaban en función de la información que yo llevaba. No sé si Reagan o Nixon realmente nunca supieron que yo en realidad estaba informando... sobre los intereses yo realmente les estaba dirigiendo. El Consejo siempre hizo ver como si yo estuviera atendiendo los intereses sexuales de Reagan o Nixon y luego sutilmente dejaba caer los mensajes o sugerencias del Consejo. Mi programación me 'recordaba' que "Mi trabajo no era cuestionar el por qué sólo era hacerlo o morir".

Sólo tenía 18 19 20 21 22 años cuando estaba realizando muchas de estas anteriores misiones de sexo / espionaje. Era la tapadera perfecta. Quien sospecharía de mí una muy común joven rubia de aspecto inocente tonta que estaba involucrada con el Gobierno de EEUU y con las actividades del gobierno en la sombra?
Ronald Reagan y Bob Hope estaban conectados a través de la industria del entretenimiento y estaban conectados por partida doble a través de sus amigos políticos y militares cuando Reagan era gobernador de California y más tarde cuando se convirtió en presidente de los Estados Unidos. Bob también era amigo de hombres poderosos como Walter Annenberg que tenía una extensa finca en Palm Springs o más específicamente el Rancho Mirage. Cuando Bob me llevó allí para reuniones o fiestas me dijo: "Esto es un espejismo esto sólo un espejismo". Walter Annenberg había sido embajador en Gran Bretaña y también estaba conectado a Reagan y a la familia real británica.

Bob estaba conectado políticamente y sabía cómo atraer a la gente y asegurarse de que trabajarían para él. Los invitaba a sus fiestas y les colgaba varios tipos de perversiones ilegales o inmorales ante sus rostros. Una vez sus perversiones quedaban al descubierto podría hacerles chantaje o controlarlos. Así es como trabajaba Bob. Era muy bueno haciendo eso. Le vi hacérselo a gente una y otra vez. Él les atraía detectaba sus debilidades y a continuación utilizaba ese conocimiento a su favor por sus conexiones y en definitiva para su beneficio personal.

Era como una araña viuda negra atrayendo a la gente a su red y luego matándolos. Excepto que en vez de matar a la presa simplemente pasaba a hacer un buen uso de su vida para él. Los usaba "en el esquema de las cosas" decía "para hacer la vida un poco más fácil". Una vez atraídos a la trampa de Bob no había manera de salir sin nefastas consecuencias.

A Bob le gustaba hacer eso especialmente a los políticos porque como me explicó a mí después de una fiesta le gustaba "tener a algunos políticos clave en el bolsillo trasero". Bob demostraba mis "habilidades" a la gente a la que quería regalarme. Me daba como un regalo sexual a un montón de gente que quería "tener en el bolsillo trasero". Después hablaba de cómo eran de increíblemente estúpidas estas personas al tomar drogas o alcohol y después hacer de ellos mismos un espectáculo público.


J. EDGAR HOOVER

J. Edgar Hoover estaba en las fiestas de Bob. Una noche terminó vestido con un traje de lentejuelas azul. Henry y Bob habían elaborado una lista de otros políticos que eran como J. Edgar para que se sintieran cómodos juntos. J. Edgar Hoover,"Jerry" para los amigos debería pensar que con Bob estaba fuera de peligro y que estaba fuera de su arena política para poder "desmelenarse". Pero realmente era un ingenio establecido entre Bob y Henry, como una especie de trampa para Hoover. Al comienzo de la fiesta, me hicieron entrar bailando desnuda para conseguir ponerla en marcha. Todos iban vestidos con "disfraces" prestados para que "disfrutaran de la fiesta". Me presenté de esta manera para que no se sintieran incómodos o inhibidos. Después se les daba alcohol, cocaína, lo que quisieran. Había petardos y platos llenos de diferentes drogas recreativas con pequeñas etiquetas relacionadas explicando el tipo de viaje que tendrían si tomaban una cierta pastilla o polvo - ofrecía de todo menos inyectables. Este grupo de hombres se puso muy animado y tonto y se intercambiaban los disfraces. Una vez animados, los trabajaba para obtener la información solicitada con antelación por Henry Kissinger. J. Edgar no tenía que saber que Bob Hope estaba conectado con Kissinger. Por lo tanto, la información recopilada por la noche - no sólo las respuestas directas a las preguntas hechas a Hoover y a sus amigos, también sus actitudes y preferencias sexuales, etc. - Quedaba grabada directamente en mis archivos mentales.

A partir de entonces, el Consejo tenía a "Hoover cogido por las pelotas ¿o era por el coño?" Como decían bromeando mis controladores. Desde entonces, el FBI quedó bajo el control del Consejo e incluso tenían a Hoover poniendo obstáculos y diferentes normas, reglamentos y códigos directamente en las operaciones del FBI. Esto comenzó a establecer un mecanismo de control para el futuro, de manera que cuando el próximo director del FBI asumiera el poder, las cosas dentro de la Oficina estuvieran en su sitio para que el Consejo pudiera continuar la manipulación hacia su objetivo Último del año 2000


ALAN CRANSTON

El Senador Alan Cranston era la mano derecha política de Bob en California. También asistía a las fiestas de Bob. Alan llevaba a cabo cosas que Bob quería hacer en el sector gubernamental. Los negocios de Bob eran profundos en los gobiernos del mundo. Utilizaba las agencias gubernamentales como una herramienta para su beneficio y "compraba" a la gente que ya trabajaban en el gobierno, para poder controlarlos y "poner las cosas en orden", según decía. Lo que significaba que curvaba o cambiaba las leyes en su propio beneficio. Cranston era el centro de la rueda política, la corrupta rueda interna, en California. Si alguien quería hacer algo, lo único que tenía que hacer era contactar con Bob y él hablaría con sus compañeros políticos para conseguir que se hiciera, sin importar qué fuera.

El Senador Cranston estaba vinculado a Bob Hope y por lo que yo vi, Bob estaba vinculado a la periferia del Consejo, pero Cranston no. A los políticos no se les permitía estar tan cerca o estar directamente afiliados con el Consejo, pero se les daba información, ya que necesitaban fuentes no identificadas. Eso es lo que era yo, una fuente no identificada.

Cranston era una de las conexiones favoritas de Bob. A Cranston le gustaba "azotarme" sobre su regazo. Me tendía sobre su regazo y le gustaba azotarme "para excitarme ", como solía decir. Cuando más se excitaba más brutal se volvía. Me daba palizas, a veces con un cinturón, y me ataba. Era muy agresivo, muy intimidatorio e impredecible. Alan Cranston era un viejo huesudo, un hombre malo.

A Cranston no se le permitía que me dejara marcas. Henry Kissinger se encargaba de ello. Henry me tenía vigilada durante los gobiernos de Nixon y Reagan, debido a que él tenía interés en poder utilizar la información que había inculcado cuidadosamente en mis archivos mentales y no quería que me hicieran daño.
Cranston y Bob parecían ser amigos íntimos. Bob y otros tenían a muchos políticos de California de Palm Springs y aseguraban que tenían a las personas que necesitaban en sus "bolsillos traseros" para "lograr un cambio", lo que significaba que las cosas se torcieran hacia su propio beneficio económico. Normalmente, siempre se reducía a dinero, pero de vez en cuando Bob hacía las cosas para reivindicación de cierta gente. Siempre hacía que alguien "lo lamentara" si no le gustaba. En general se salía con la suya... su poder llegaba muy arriba.

Una noche en el Queen Mary, a mediados de 1970 Cranston me ató con fuerza a una cabecera y luego se emborrachó o drogó tanto que no podía ni desatarme. Así que tuvo relaciones sexuales conmigo estando de pie, yo estaba todavía atada y luego se desmayó sobre la cama. Tuve que permanecer atada así hasta primeras horas de la mañana, cuando Bob vino y me encontró. Tenía las manos y los pies de color púrpura / azul debido a la falta de circulación y estaba exhausta, pero rápidamente "me escapé de eso", cuando Bob me lo dijo. Me cambié a ser feliz, fresca y chispeante, mientras Bob intentaba conseguir que Cranston volviera a estar sobrio.

A veces, en las fiestas, Cranston se quedaba el día siguiente para recomponerse en los alrededores de la piscina de Bob. Si estaba Dolores, Bob le decía que me habían contratado como mujer de la limpieza por un día, pero cuando me sentaba en su regazo. Dolores ponía los ojos en blanco y se marchaba enfadada. El suyo no era el matrimonio perfecto.

EL JEFE DE LA POLICÍA SE VE COMPROMETIDO

Había un pequeño restaurante italiano situado en el Boulevard Laurel Canyon, en Los Ángeles, llamado Cafe Galleria. Mi hermano Rick nos presentó a Craig y a mí en el único restaurante pequeño de los años 70. Recuerdo que una noche, mientras nos alejábamos del restaurante después de haber cenado, Craig miró atrás de una manera tranquila, disociada y dijo: "Pasan cosas malas allí, en la trastienda". Cuando le pregunté más tarde, no contestó, así que inmediatamente me lo guardé en el fondo de la mente y me fui a otro tema. Pero tenía toda la razón, y años más tarde pude tener suficiente memoria, para reconstruir las respuestas a las preguntas que me hubiera gustado hacerle en aquel momento. Con el flashback detallado del evento, tuve una visión más completa de lo que realmente había pasado aquella noche.

No sé exactamente quién estaba detrás del chantaje, pero recordé haber sido llevada a la parte trasera del restaurante en una habitación llena de humo y de hombres. Se me dijo que me desnudara y bailara, y acabé sentada desnuda en la falda del jefe de la policía Darryl Gate. Cámaras con flash me hicieron fotos en su regazo, después de eso me llevaron con mi ropa a reunirme con mi marido. Sólo con fragmentos de este recuerdo, me quedo con una imagen incompleta de lo que era en realidad la agenda de mis controladores. Podéis sacar vuestras propias conclusiones.


PETE WILSON

El Senador de California, y más tarde gobernador, Pete Wilson también estaba vinculado con Bob Hope. Bob manipulaba a Pete basándose en el deseo de Pete por la fama y el reconocimiento y por su deseo de obtener beneficios políticos y por el sexo. Bob al principio invitaba a Pete Wilson a sus fiestas y me usó para atraerlo a su red para poder adquirir más control sobre la política en California, o al menos proteger algunos de sus intereses. Tal como Pete descubrió, Bob era un enlace directo para asegurarse el éxito político porque tenía conexiones con mucha gente y estaba conectado con el Consejo y el Departamento de Defensa de EEUU.

Al principio me utilizaban con el entonces senador de California, Pete Wilson, en la isla Catalina. Pete Wilson estaba en la cola para ser ampliamente utilizado por el Consejo. En ese momento creían que era uno de los candidatos más prometedores que tenían para la Presidencia EEUU. La última información que yo había oído en una conversación sobre esto era que no estaban seguros de si estaría a punto para las elecciones de 1996, pero lo tenían en compás de espera para su uso posterior cuando fuera el momento. Como Pete encajaba con lo que el Consejo buscaba, inmediatamente se le abrieron todas las puertas.

Yo estaba programada para entregar "noticias" a Pete de los "altos mandos" del Consejo. Con el tiempo, acabó condicionado a asociarme con las noticias de su futuro éxito. Pero, quien desde fuera habría sospechado que yo, al principio una mujer joven y más tarde, una ama de casa aparentemente normal y madre, le estaría llevando información secreta de este grupo de élite que gobierna el mundo en secreto desde las sombras? En ese momento, el Consejo envió un mensaje a Pete a través mío, preguntándole si "¿quería dar un paso hacia arriba?"
La respuesta de Pete fue: "¡Sí!" Mucha información entre Pete y el Consejo se filtró a través de mí. De esta manera, nadie sabía de su conexión, como tampoco sabían que Nixon o Reagan estaban dirigidos por el Consejo.

Libré mensajes del Consejo a Pete en numerosas ocasiones. Él parecía totalmente consciente de su conexión con ellos y de su apoyo, aunque no sé si era consciente de sus identidades reales. En ese momento las instrucciones del Consejo me llegaban por teléfono o a través de un circuito cerrado de televisión, en el que se codificaban sus voces y cuerpos. No se le permitía a nadie saber quiénes eran. Pete o no sabía o no le importaba lo que fueran capaces de conseguir o hacer respecto a los asuntos mundiales. O, tal vez él también estaba programado y operaba conmigo desde un estado alterado programado.
Una noche, mientras estaba de 'vacaciones' con mi familia en la isla de Catalina, hombres trajeados se me acercaron y me llevaron con ellos a fin de estar disponible para ser utilizada con Wilson. Era la misma habitual rutina de trauma, aislamiento, falta de alimentación y de sueño que padecía antes ser utilizada a fin de asegurarse de que más tarde sería incapaz de recordar nada del evento.

Después de pasar la traumática preparación, fui escoltada por hombres trajeados más allá del club náutico en un bote y me llevaron a Pete en un lujoso yate anclado en el puerto de Avalon. Mis controladores me vistieron para la ocasión toda de blanco - blusa blanca, pantalón, cinturón de oro y zapatos. Era de noche tarde, cuando me subieron a bordo con Pete. Después nos quedamos solos, quería que nos echáramos por la borda del barco y nadásemos desnudos en la oscuridad. Obedecí.
Pete estaba en buena forma física y superaba un poco la media en dotación de pene. Después de nadar, nos metimos en la cama y tuvimos relaciones sexuales. Me pellizcaba las nalgas y me decía que yo ahora tenía "una de las gordas". A veces, se ponía muy agresivo y me traumatizaba. En esta ocasión me mordió por todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los pies - los dos reíamos histéricamente, yo porque estaba programada para ser "agradable". Le gustaba tener sexo en muchas posiciones diferentes y ser un participante activo, a diferencia de Ronald Reagan. Parecía disfrutar enseñándome cuan fuerte era físicamente. Cuando le conocí, le gustaba hacerlo con dos de nosotras (dos mujeres) al mismo tiempo, pero más tarde sólo conmigo, como él decía, yo sola reaccionaba mejor con él "de tú a tú". Tenía aceites de masaje que utilizábamos también a veces durante las relaciones sexuales. Le encantaba el sexo oral y le gustaba que yo le llevara justo casi hasta el orgasmo y luego retroceder de modo que él pudiera aguantar más. Estaba programada para tener una gran cantidad de "pasión" con Pete Wilson.
Era normal que habláramos después de tener sexo. Normalmente, aquí era cuando entregaba los mensajes que llevaba para él desde el Consejo. Hablábamos mucho en la cama cuando yo le entregaba la información que le había de ayudar a subir en la escala política. Aquella noche en particular en el yate, me quedé con él a bordo toda la noche. A menudo le olía el aliento al despertar.

A la mañana siguiente, me sacaron del yate y me reuní con mi familia en nuestro sitio en la playa, programada para pensar que yo nunca había desaparecido, que nunca había dejado de estar con ellos. Como de costumbre, no se dieron cuenta ni de mi ausencia ni de mi regreso.

Pete Wilson sabía cómo utilizarme de la misma manera en que Henry Kissinger lo hacía mediante el acceso a mis archivos mentales. Yo fui utilizada en Sacramento, la capital del estado, con él de esta manera, incluso antes de que fuera gobernador de California. Pero Pete a menudo tenía problemas para recordar los nombres de los archivos mentales y decía: "Y ahora, ¿cuál era el nombre de este archivo nuevo?" Hacía chasquear los dedos e iba a su escritorio para obtener la lista de archivos que había en la "Librería de Peter Wilson". Cuando se le regaló este personalizado sistema de archivos a través de mí. Henry le decía siempre: "Pete, tienes una biblioteca completa regalada y construida sólo para ti". Estaba completa con todos los volúmenes, cada libro guardado precisamente donde podía acceder dentro de mis archivos mentales, sólo con una simple orden.

Para Pete yo era totalmente un robot sexual, así como un robot informático. Pero nunca estuve configurada para usar las dos funciones al mismo tiempo. Me llevaban en avión a encontrarme con él en diferentes lugares, ya en la década de 1980 y me encontré con él en Sacramento cuando él estaba allí por negocios. Pete tenía problemas para conseguir abrir mis archivos mentales para acceder a la información porque no podía esperar dos horas entre sexo y sexo! Oí que Henry le preguntaba: "Bueno, ya esperas las dos horas entre los usos?"
Pero Pete mentía y Henry sabía que había mentido cuando más tarde accedía a mí y me preguntaba: "¿A qué hora introdujo Peter la Biblioteca Wilson?" Y yo le decía la hora exacta y él pillaba a Pete cada vez en una mentira. Parecía como si Pete no supiera o no entendiera el nivel de sofisticación que me permitía informar exactamente cuando Pete iniciaba el sexo o el uso del archivo mental.

El Consejo funcionaba de esta muy astuta y manipuladora manera con Pete Wilson y con otros. Poco a poco iban introduciendo a la gente, sabiendo que con el tiempo, se generaba confianza y más tarde, cuando un evento o asunto importante debía ser tratado, las conexiones estaban hechas, se había creado un vínculo y era fácil para ellos utilizarlos.

Tenían planes para que Wilson fuera gobernador de California mucho antes de ser elegido - de hecho, mucho antes de que el Consejo empezara mi relación con él, primero le "enredaron" para el trabajo de gobernador.

Debido a que también había sido utilizada con otros gobernadores de California, mi experiencia de años programada respecto a las formas en que el Consejo trabajaba con los políticos fue útil a Pete durante los primeros días. La información programada incluía familiaridad con gente y organismos, y podía ayudarle a familiarizarse y ajustarse.

Yo estaba programada para trabajar con Pete Wilson, en relación al nuevo plan de educación para niños, que se implementaba por primera vez en California. Independiente, pero un tema importante, que trataré en un capítulo posterior. No sé si Pete era consciente de dónde venía mi información, pero parecía disfrutar de una gran cantidad de relaciones sexuales conmigo entre los "compromisos de negocios". Pete Wilson también tuvo relaciones sexuales con mi hija en una de las fiestas de Bob cuando ya era mayor.

Obviamente, mi experiencia personal con Bob Hope contradice la imagen del "Típico buen ciudadano americano" con la que él y los medios de comunicación habían logrado engañar a la mayoría de los estadounidenses durante todos esos años. En realidad y con tristeza, todo lo que tengo que decirle es: "Bob, gracias por los recuerdos". De momento armada con la verdad de lo que pasó, puedo empezar a trabajar para detener esta antes secreta, atrocidad humana llamada "control mental".

"Y dirás: Me hirieron, más no me dolió; Me azotaron, más no lo sentí; ¿Cuando despertaré?" (...) "No tengas envidia de los hombres malos, ni desees estar con ellos, porque su corazón piensa en robar, e iniquidad hablan sus labios. Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se asentará; Y con conocimiento se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable. El hombre sabio es fuerte, y de pujante vigor el hombre docto". (...) "Al que piensa hacer el mal, le llamarán hombre de malos pensamientos. El pensamiento del necio es pecado, y abominación a los hombres el escarnecedor". -. Proverbios 23-24






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